Jugamos un rato en la piscina, con la pelota que traje y luego a hacer bailes extraños dentro de la misma, la pasamos genial, nuestros padres están es una "fiesta" en la terraza, de vez en cuándo, veo a mamá asomarse y sonreirme.
Traen la comida, hot dogs y pizza, para elegir lo que uno desee, como no puedo evitar tragar como un dinosuario, me como un hot dogs y 2 rebanadas de pizza primavera, me tomo dos vasos de refresco y me siento en un area alejada de la piscina, me llevo una manta, mi teléfono y un libro.
En la parte del jardín donde me encuentro, hay arboles y arbusto pequeñitos decorativos, me arrecuesto en la manta y cierro los ojos unos minutos.
Siento entonces que alguien se sienta a mi lado y luego se acuesta, no abro los ojos, al momento siento a alguien más en mi otro lado, acostandose también y ahí si decido abrir los ojos.
Fiorella y Alessandro, están aquí conmigo, me pongo sobre mis codos y veo que los demás que comieron al mismo tiempo que yo, hicieron lo mismo, en sus respectivas mantas.
Que manera de arruinarme mi momento de soledad y paz.
-- Pero ¿por qué me imitan? Que falta de originalidad. -- No le hablo a alguno de los dos en especificos, pero Fiorella se mofa, como siempre.
-- Piri, pirqui mi imitin... Oye que este lugar es el más fresquito y hay que reposar la comida.
Alessandro se ríe bajito, pero se queda con los ojos cerrados.
-- Tú de qué te ries. -- Le golpeo suavemente el brazo, él abre los ojos en sorpresa y me responde.
-- De nada.
Me acuesto de nuevo, pero sin poder descansar como quería, enseguida oigo a Fiorella hacer ese sonidito mínimo cuando se duerme, me pongo de nuevo sobre los codos y veo a todos los demás, también están dormidos y otros están lejos, hablando y 3 aun en la piscina jugando a clavados.
Somos 18 en total, volteo a ver a Alessandro que sigue con los ojos cerrados y respirando de manera muy suave.
-- ¿Qué perfume usas? -- Doy un respingo y me agarro el pecho, por amor a cristo, creí que estaba dormido.
-- Mmm, no sé, es un splash que me regalo mamá hace unos días.
-- Huele divino.
La piel se me eriza y comienzo a sentir un cosquilleo en el estomago, creo que debo aprenderme los nombres de los perfumes de ahora en adelante.
-- Gracias, supongo.
-- Oye, ¿puedes responderme lo que te pregunté temprano? Lo de, que soy el vecino.
¡TRAGAME TIERRAAAAA!
-- Bueno, es que, hace muchos años te ví desde el cuarto de Fiore y haz cambiado mucho, no te reconocía.
-- ¿Ah sí? Yo creo que también te ví, pero, cuéntame, ¿En qué me viste? ¿Por qué estás tan roja?
Siento toda mi cara caliente y el simple recuerdo de haberle visto, hace que me de una sensación muy extraña en todas partes, en ese entonces sentí lo mismo, pero apenas estaba descubriendome, tenía 13 años y mientras Fiorella estaba en la cocina buscando algo para comer, yo estaba en el balcón de su cuarto, que da con el balcón del cuarto de Alessandro.
Alessandro acababa de llegar, no sé de dónde, parecía que de hacer ejercicio, estaba sudado, brilloso, para la edad que tenía, sus músculos estaban muy marcados y definidos, un abdomen envidiable y un, un, amigo muy grande, quise irme, en serio.
Pero, jamás había visto uno, excepto por los libros de biologia y una que otra cartelera de exposiciones, así que ahí estaba yo, en el balcón del cuarto de mi mejor amiga, viendo a un chico totalmente desnudo, buscando no sé qué, para luego perderse en el cuarto de baño.
Sentí mucho calor, como ahora. Sentí como allí, abajo, algo palpitaba y sentí mucha pena, en aquel momento no supe que hacer, me descubrí deseando a alguien por primera vez, ahora, en la actualidad, no es nada diferente a aquel entonces.
-- ¿Te comió la lengua los ratones? -- Se me acerca un poco más de lo necesario, pero no me incomoda.
-- No, aún la tengo, mira. -- Le saco la lengua y él se pasa la suya por los labios, que atractivo es. -- Bueno, te contaré, te ví una vez desde el cuarto de Fiorella, llegabas de hacer ejercicio o haber jugado, no lo sé, el punto es que...
Me acomodo un poco más cerca de él y le hago señas para que se acerque, me pongo en su oreja y no puedo evitar oler su piel, mientras me acerco más, noto que su piel se eriza, sonrío, no es nada indiferente a mí.
Pongo mi mano en su pecho, para no tambalearme o algo parecido, suelo ser un poco torpe, le susurro al oido:
-- Que, te desnudaste, te ví hasta el alma y como haz crecido tanto, no te reconocí.
Sentí como su corazón se aceleró y su respiración cambió, de pronto su temperatura corporal se puso más caliente y me retiré lentamente, con una sonrisa en los labios, mientras él me miraba.
-- Keira.
-- Alessandro.
-- ¿Qué les pasa chicos? -- Fiorella nos preguntá, despertandose y mirandonos mientras se frota los ojos.
-- Nada, conociendonos, ¿Verdad Ale?
Él nos ve a las dos y asiente con la cabeza.
-- Permiso chicas...
Se levanta y se va.
-- Más que conocerse, creo que lo espantaste. ¿Qué le dijiste?
-- Nada amiga, ven, vamos a la piscina.
-- Ok.
Continuará....
Ayayai, esto se puso caliente, como a 40° ¿Ustedes creen? Me encanta esta Keira atrevida, ¿Ustedes que opinan?
Xoxoxox. Para todos, espero les haya gustado💟
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Acosada en la RED
RandomKeira Rossi, una chica de 18 años, nueva en las redes sociales, una ex compañera de preparatoria, le recomendó hacerse un usuario en Twitter, Instagram y Facebook, para estar en contactos con todos los de su promoción, ella acepta y así comienza una...