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XIX- El baile

Grey

Después de la cena mis padres empezaron a platicar con mi hermano, Tamara y Aidan, dejándome como siempre fuera de las conversaciones, eso ya era costumbre para mi, no era parte de la familia cuando Christopher estaba en casa, no odio a mi hermano, pero todo sería más fácil si mis padres quisieran remediar lo de hace cuatro años.

[Tiempo atrás: 4 años]

La rutina era la misma de siempre, de la secundaria para mi casa, y viceversa, no había día que hiciera algo diferente, mi hermano pasaba a las 2:00 en punto por mi a la secundaria, ya que le quedaba de pasa de su preparatoria, tenemos una relación demasiado fuerte, a pesar la diferencia de edad, nos entendemos, nos queremos y nos cubrimos.

—¿Lista? —bajó el vidrio del carro y me gritó— se nos hace tarde.

—Voy. —grité desde la entrada despidiendome de Gael, mi novio.

Le dí un beso en la comisura de sus labios, me despedí de Fabiola, y me eché a correr al carro para ver a mi hermano.

—No me agrada nada tu novio.

—Me tiene que agradar sólo a mi, no a ti. —terminé de subirme al carro.

—En si a mi también ya que yo te dí permiso, si mis papás se enteran que te tapo esto me matan y a ti también.

—Lo sé y gracias por cubrirme.

—Antes de ir a la casa necesito pasar a casa de un amigo, ¿te importa?

—Claro que no hermano, vamos sin prisa.

—Gracias. —suspiró— es demasiado importante pasar ahora.

Asentí y empezó a conducir, iba balbuceando una canción, se le veía muy relajado pero a la vez un poco tenso,no quise darle importancia así que me dediqué a mirar por la ventana, nos metimos a una tipo privada de apartamentos, el guardia parecía conocerlo muy bien, porque sólo bastó con verlo para que le diera acceso, supongo que venía seguido.

—¿Bajas o me esperas aquí? —desabrochó su cinturón y agarró la manija para salirse.

—Bajo contigo, me da miedo este lugar. —me quité el cinturón

—Pues vamos, enana.

Ambos nos bajamos, y empezamos a subir las escaleras de un edificio, nos paramos enfrente de la puerta del 404, tocó y a los segundos salió Juan Pablo, el chico moreno de su clase de deportes, era demasiado atractivo, bueno todos sus amigos lo eran, pero él era más que todos, era mi amor platónico, claramente él no lo sabía, detrás de Juanpa, apareció Osvaldo el chico pelirrojo, demasiado atractivo también, saludaron a mi hermano y se hicieron a un lado para que pasara, no me habían notado, hasta que Zaid se dió cuenta de mi presencia, el chico rubio, mucho más rubio que mi hermano.

—Es de mala educación dejar a una dama afuera. —me pasó su brazo encima de mi hombro.

—Perdón no la vimos. —musito Osvaldo

—Hey, tranquilos con mi hermana. —reclamó Elías

—Cuñado. —completó Zaid y me guiñó el ojo— claro si ella quiere.

—Tiene novio. —interrumpió Elías

—Apuesto que un mocoso de su escuela que nada bueno puede darle. —debatió ahora el moreno.

—Hey, bajenle, respeten a mi hermana, nada de pasarse de listos.

—Pues Chris, yo creo que no te queda reclamar, ya que te acostaste con la hermana de Osvaldo. —completó Zaid— así que no hay problema con eso.