Two Ways © [✔︎completa✔︎]

XXVIII- La fiesta Pt.1

Nota de la autora:
Este capítulo será narrado al principio por una persona distinta, no cambiará nada de la historia. Acomodará cosas que no se han explicado en los anteriores capítulos -con excepción de los resultados, porque si suelto eso, les quitaré muchas cosas importantes que vienen en los siguientes capítulos-, sin nada más que decir, los dejo con la lectura.(;

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[Días antes de la fiesta]

Aunque suene casi imposible, la relación de Aidan y ____, nunca se basa en peleas o enojos, pero cuando lo hacen, es el peor caos del mundo, y lo digo porque a mi me toca pagar las consecuencias e intentar que se hablen los dos.

Par de orgullosos insoportables, total, esta semana ha sido demasiado complicada, en primera, quería explicaciones y detalles de su aventura, o escape, como sea que se le llame a eso, pero ni a mi, ni a Marcus nos dijeron nada. Sólo mencionaron una pelea, por ende, mi koala y yo, no nos hemos visto.

Apodos de niños de secundaria, imbéciles.

Respeta, por fa.

Bien, nosotros hemos tratado de hacer que se hablen, pero es inútil, no hemos logrado siquiera que se topen en un pasillo, y yo ya estoy harta de la situación.

—Estoy harto, de verdad. —pronuncia mi novio pasándose las manos por el cabello.

Que sexy es mi novio, ahhh.

—También lo estoy, no hay manera de que se hablen, Aidan es un orgulloso. —me encojo de hombros.

—Y ni sé diga de tu amiga. —me enarca la ceja.

—También. —me alzo de hombros para restarle importancia— ¿Habrá manera de que ayudemos a reconciliarlos?

—No lo sé.

Estuvimos pensando por mucho tiempo, hasta que Marcus habló.

—Tu fiesta.

—Es el sábado, pero o seaaa, amor, estamos intentando reconciliar a nuestros amigos y tú pensando en nuestra fiesta. —pongo los ojos en blanco.

—Ay dios mío. —eleva sus manos al cielo— me refiero a que en tu fiesta podemos reconciliarlos.

—Ella no va a venir.

—Aidan no me ha dicho que no, pero es lo más seguro.

—Ya sé que haremos.

Y así fue como armamos un plan, teníamos sólo dos incisos y uno de esos dos tenía que darnos la solución.

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—Por favor señora. —la tomé de la mano— necesito que vaya ella.

—No puedo meterme en eso. —se alza de hombros— he intentado hablar con ella sobre el tema de Aidan, pero lo evita.

—Pero. —me rasco la nuca— no quiero que vaya por él.

—¿Ah no? —interrogó y enarcó la ceja.

—O seaaa. —empecé a jugar con mis dedos— si es por eso, pero Aidan tampoco sabe que habrá reconciliación.

—No prometo convencerla, pero mejor primera habla con ella.

—Lo haré señora, pero sino lo logro por favor se lo encargo a usted.