Capitulo Final; Parte I

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Volkov.

El pastizal estaba de un tono marrón bajo mis pies, marchito. Las voces se escuchaban a lo lejos a mis espaldas, pero poco importaba, desde la montaña en la que estaba se podía ver el mar que rozaba las rocas al final del acantilado, irónico, hace unas semanas me hubiera quedado en silencio, observando el paisaje que me regalaba la altura en la que estaba, en cambio, ahora solo podía imaginar mi cuerpo cayendo cuesta abajo hasta topar con el mar. Cerré los ojos con fuerza, intentando eliminar cualquier pensamiento de ese carácter que hace años no tenía.

−Si sigues en ese estado de distracción, te iras devuelta a las oficinas, ¿Oíste? −escucho la voz demandante de Michelle a mis espaldas

Me gire a verla con lentitud, esta tenía la mandíbula tensada, pero ojalá no llevara esas gafas de sol y admirar su verdadera expresión.

−10-4−solte en una mueca, antes de caminar por su lado sin voltearla a ver hasta llegar al grupo que parecía estar haciendo perímetro, sentí unas cuantas miradas sobre mí, pero me negué a responder o enfrentar como hace unas semanas atrás seguramente hubiera hecho.

Seguí caminando hasta una de las camionetas, donde parecía estar esperándome Conway con los brazos cruzados sobre su pecho. Me posicione junto a él, con una distancia considerable, mientras apretaba el rifle de caza contra mi cuerpo, me miraba de reojo, pero me sentía incapaz de devolverle la mirada y es que realmente en mi vida me había sentido tan inseguro de algo.

−Hoy es un día complicado, hoy es posible que no volvamos a casa y terminemos muertos en una puta cuneta−susurro− ¿Lo sabes, ¿no? −volteo a verme

−Lo sé−afirme, sin mirarlo

Un incómodo silencio se adueñó de la conversación, antes que el superintendente volviera a hablar.

−Volkov, mírame a la cara−tragué saliva ante su petición y a duras penas lo obedecí

No supe en qué momento se había quitado las gafas y las sujetaba en una mano, dejándome ver sus ojos negros, junto las ojeras debajo de sus ojos y su rostro demacrado al paso de los años.

−Buen trabajo−comento dándome una fuerte palmada en la espalda, en su forma de apoyo, sonrió antes de volver a ponerse sus gafas− ¡Muevan el culo, acabemos con esta mierda de una vez por todas! –ordeno con su característica voz imponente

Me guarde una sonrisa antes de caminar a su lado hasta una de las camionetas y acompañarlo de copiloto. Sin más preámbulos nos pusimos en marcha hasta la supuesta sede de la mafia, no parecía haber nada extraño que sobresaliera de la abandona bodega de embarcaciones, esta era la dirección, Conway frunció el ceño tal como yo estaba antes de tomar su radio y hablar por esta;

−Atentos, no me fio ningún poco−advirtió recibiendo una afirmación por parte de Evans y Trucazo

−Se supone que quiere hablar con usted, ¿no? −cuestione con confusión

−Así parecía, pero no hay nadie...−el rostro del superintendente se congelo, se puso pálido de un momento a otro, provocándome ansiedad de lo que fuera que estuviera pensando

− ¿Qué? ¿¡Conway que pasa!?−exclame con frustración

Solo me ignoro, tomando la radio con las manos temblorosas.

− Puede que ya no haya nadie−susurro, apretando el botón de la radio−¡Vamos a entrar! −grito

¡Las camionetas no entran por las rejas, Jack! Deben estar bloqueado el sistema de seguridad−contesto Michelle con un notorio nerviosismo en la voz

𝐐𝐮𝐢é𝐧 𝐞𝐫𝐞𝐬? \\𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora