𝐐𝐮𝐢é𝐧 𝐞𝐫𝐞𝐬? \\𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨

Capitulo VIII

Estaré revisando los capítulos anteriores, modificando algunas cosas (la trama obviamente no va ser modificada).
Solo intentaré mejorar la lectura.

Gracias por el apoyo.

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-¿Le contesto?-pregunto Serjey mirando al comisario, quien negó con la cabeza guardando el móvil en el bolsillo de su pantalón.

-Tengo cierta sospecha que solo sea un chaval que anda de gracioso, así que ninguna palabra de esto para no alarmar a nadie-miro a ambos agentes, quienes asintieron.

Los 3 estaban en la sala de reuniones en un silencio cómodo, Greco pensando en lo mala que era la gente para jugar una broma así, Serjey era uno de los agentes mas profesionales del CNP y asuntos como este fueran broma o no, se los tomaba con seriedad y Brown deseaba que no fuera ninguna broma, ya que, le vendría como anillo al dedo para dejar de atender denuncias.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el móvil del comisario sonó, notificando un nuevo mensaje, lo saco de su bolsillo y desbloqueo con la mirada fija de ambos agentes puestas en el.

-Contesto- afirmo lo que los otros dos sospechaban, enseñándoles con el brazo estirado la pantalla de su móvil.

Número desconocido.

-Tranquilidad CNP, la información esta en camino.

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Dio una sonrisa al leer el mensaje en la barra de notificaciones, inconscientemente, era como si ese simple mensaje estuviera lleno de energía, la energía que le levanto el cansancio del día y le dio las ganas necesarias para acabar su turno de la mejor manera posible.

Guardo el móvil en el bolsillo de su pantalón y camino hasta la recepción de comisaria, ni siquiera el montón de gente que estaban esperando para poner una denuncia arruinarían su animo, subió hasta su despacho y cerro la puerta detrás de el. Se fijo en todo el desorden que tenia sobre este, separo los archivos del CNI de los del CNP, obviamente para llevarse los CNI y trabajar en un lugar mas discreto con ellos. Saco su móvil y respondió el mensaje.

-Buenas noches, Horacio- escribió y lo envió, dejando el móvil en el escritorio con el chat abierto para seguir ordenando los papeles.

Y quizá podía aprovechar ese repentino acercamiento de Horacio para la investigación del CNI, podía intentarlo.

Se fue a sus antiguos recuerdos, buscando una pista, como la denuncia sin pruebas que vino a poner junto a Gustabo y el gallego, el constante vacilo que tenia cuando era agente de trafico, con ambas piernas perforadas confesándose con esa frase única.

¿Alguna vez se tomo el tiempo en conocer a Horacio?. No, jamás. Y es que también recordaba los acontecimientos que empezaron a torcer la historia.

Como la llamada de los EMS informando de dos agentes que se habían estrechado cerca de la carretera en un helicóptero, la noticia de que Horacio había dejado inconsciente al mexicano, estando de servicio, con la porra reglamentaria y portando el uniforme policial, su expulsión del cuerpo nacional de policía, la condena que cumplía en federal debido a sus actos y acabando con un montón de antecedentes debido a sus múltiples detenciones policiales.

Y ahí, en la intimidad de su despacho, una idea cruzo por su cabeza, poniendo en duda la seriedad y profesionalidad que lo caracterizaba, el mismo tema que había hablado con Greco hace unos días.