𝐐𝐮𝐢é𝐧 𝐞𝐫𝐞𝐬? \\𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨

Epílogo

Es algo pasado del 25 de diciembre pero aún así feliz navidad 🎁
Y con este capítulo doy por finalizada esta historia, finalmente. Gracias a todos y a todas por darle la oportunidad a esta historia.
Con lectores desde Latinoamérica a España, me despido feliz volkaciers 🥃🦋

❤❤❤

El restaurante era nuevo, poco conocido y cerca del aeropuerto. Tenía un ambiente rustico con decoraciones florales dándole un toque hogareño, como si fuera una antigua cabaña.

Camine entre las mesas vacías, había poca gente y no sabía si estar tranquilo por eso o aún más incómodo. Llegue hasta el lateral del restaurante, donde las mesas estaban pegadas a los muros con grandes ventanales y ahí estaba, sentado en la mesa 7 con la vista pegada a un vaso de agua.

No quería acercarme, ya no me sentía tan valiente como en el camino para acá, desde mi lugar podía ver el auto negro estacionado fuera, ¿aún tenía tiempo para arrepentirme?

Y en el momento que me lo planteé, sentí su mirada fija en mí. Espere una sonrisa nerviosa o quizás una mueca de incomodidad, pero su expresión fue nula, completamente neutral. Entonces y solo entonces realmente dude de lo que estaba haciendo en ese lugar.

En ese momento se levantó con cautela, mirándome en todo momento, sonrió con los labios cerrados y me hizo un gesto para que me acercara

No me pregunten por que lo obedecí. Quizás porque entre más rápido hablara conmigo más rápido me iría, pero cierta parte de mí, me decía otra cosa.

−Te ves diferente−susurro, comentario que parecía ir para el aire

−Bueno...no nos vemos hace bastante tiempo−conteste con cierta incertidumbre e incomodidad, asintió en silencio.

− ¿Te gustaría pedir algo?, oí que venden los mejores cafés de la ciudad−

−No tengo apetito y... no me gusta el café−le recordé, aunque quizás ya lo habría olvidado−Además si fuera un restaurante antiguo y conocido me creería que venden el mejor café de la ciudad.

Desde que me había sentado frente a él no fui capaz de mirarlo, solo podía observar mis dedos descansar sobre la cubierta de la mesa. Lo escuche suspirar con fuerza, pero aun así no levante la mirada.

−Horacio...sé que esto para ti...para ambos...es muy incómodo−se corrigió−Pero no me quedare tranquilo sin decirte todo...todo lo que debo decirte

−Adelante−susurre más para mí que para él, desafiándolo.

Hubo un segundo silencio, espere que cuestionara mi arrebato de valentía, pero a cambio de eso, ignoro mi comentario y continuo en lo suyo.

−Me separe...también me mude a otra ciudad, llevo algunas semanas viviendo ahí, en Boston. Es una ciudad...agradable, tengo un apartamento, es algo pequeño, pero está bien para mí−

Siento su mirada sobre mí, esperando que opine o simplemente diga algo al respecto. Pero ¿Qué?, así que, respetando mi silencio, simplemente continua.

−Hace unos años que tengo una cuenta bancaria a tu nombre, me gustaría que cuando lo veas oportuno lo uses, tú y Mónica, por supuesto−informa en voz baja−Y también quería disculparme por...bueno, por todo lo que ocurrió, hijo−soltó sin mirarme esta ve

Y finalmente lo mire, en un arrebato de un sentimiento que me consumió casi al instante. Torcí los labios mientras procesaba lo que acababa de escuchar.

− ¿Todo lo que ocurrió? −cuestione con ironía−Lo que tu causaste, mejor dicho.

Y antes que pueda calmarme, las palabras comienzan a explotar en mi boca.