Capítulo XV

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Feliz navidad y año nuevo atrasado, lectores!
-Leerks🌤

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La inseguridad que sentía empezó a crecer después de terminar de hablar y al parecer el arrepentimiento se había atrasado en llegar.

Cerró los ojos con fuerza, intentando auto-convencerse que había hecho lo correcto, al menos así su hermano ya no se metería en problemas y menos con gente que llevaba escopetas en la espalda dentro de un hospital público.

A uno de los presentes, exactamente al hombre peligris y alto, lo recordaba por presentarse como "Comisario del cuerpo Nacional de policía". El otro hombre tenía una voz peculiar, la misma voz del sujeto enmascarado que los encaró a su hermano y a ella y la mujer pelirroja no la había visto en su vida pero el sólo verla le causaba escalofríos.

Mientras tanto el superintendente frunció el ceño ante el relato, pues la verdad, la historia si encajaba con muchas dudas pero aún así aclaró su garganta, se acercó a la chica y se preparó para encararla.

-¿Cómo supiste que estaban en Los Santos?-preguntó Conway, utilizando su característico tono intimidante para interrogar.

Mónica trago saliva a duras penas de lo nerviosa que estaba y se limitó a contestar.

-Hace meses que no recibía ninguna llamada de ambos, hasta que hace unas semanas Gustabo me envió un mensaje-explicó

-¿Qué decía el mensaje?-volvió a cuestionar

-Decía que podía encontrar a mi hermano en la comisaría de Los Santos-frunció el ceño al hacer memoria-Me pareció sospechoso pero estaba preocupada. Ahí fue donde me encontré al comisario y rato después apareció Horacio-

Conway le dio una mirada al ruso, quien asintió verificando lo dicho por la chica.

-¿Cuál es su nombre?-preguntó Mónica mientras señalaba discretamente al hombre frente a ella

Porqué estar relatando temas personales a desconocidos tampoco era grato, lo mínimo era saber su nombre.

-Para ti, superintendente-escupió a secas

La castaña frunció el ceño ante la respuesta, "¿Qué clase de respuesta era esa?", se encogió de hombros, intentando quitarle importancia, seria difícil entender al hombre.

-Bueno...señor superintendente, no se quien es usted ni que tiene que ver mi hermano con ustedes....pero el verdadero peligro no es Horacio sino Pogo.

-¿Pogo?-interrumpió Michelle con un notorio tono de ironía y burla

Mónica sintió el nudo en su garganta, se mordió el interior de la mejilla derecha en un intento de rebajar los nervios que crecían cada vez más debido a la actitud de dos de los tres presentes, por suerte el comisario se mantenía en silencio y no los acompañaba a presionarla con preguntas ni respuestas tan amenazantes y exigentes.

-Gustabo jamás pudo tratarse correctamente y es posible que Pogo sea producto de un trastorno de identidad disociativo avanzado-tragó saliva antes de seguir hablando-Estudió medicina y se perfectamente de lo que habló-dijo en un tono de desesperación

Los tres contrarios se miraron entre sí. Tenían años de experiencia y aunque Mónica les parecía "una niña" tenían la certeza de que no mentía y sabía claramente de lo que hablaba.

El superintendente soltó un suspiró, si la chica decía la verdad comprendía en absoluto su desesperación y él tampoco podía negar que le había tomado cariño a ambos hombres.

𝐐𝐮𝐢é𝐧 𝐞𝐫𝐞𝐬? \\𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora