Capítulo I

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Horacio.

Aparcó el vehículo en el estacionamiento del cementerio y apagó el motor. Estiro su espalda en el asiento del piloto, estaba muy cansado pero ya habia llegado a su destino, no habia vuelta atrás. Se bajó del "aplasta problemas" para caminar con pesadez por los senderos de tierra que marcaban el camino.

Recordaba el camino a la perfección debido a su primera visita, paro en seco al llegar y observó la lápida de la tumba junto a diversos adornos de flores.


Leopoldo Gutiérrez.
1970 - 2020
Amigo, compañero y agente
del Cuerpo Nacional de Policía.

Cerró los ojos con fuerza cuando varios recuerdos estallaron en su cabeza como bombas de alto calibre.

[🌻]

Agente Leopoldo esperando asignación–escuchó por radio mientras estacionaba el zeta frente a comisaría.

Tomó el móvil y miro la pantalla, habían pasado dos horas desde sus horas extras y estaba realmente agotado pero Conway le había pedido a él y a su hermano que vieran a los alumnos y como trabajaban.

Dejó el móvil a un lado y saco la radio y la prendió.

Leopoldo te vienes conmigo, estoy en el estacionamiento–Habló por radio mientras saltaba una alerta de un código 3 a su móvil

10-4 inspector Dan–Escuchó la respuesta del alumno por la radio con una notoria voz nerviosa.

[🌻]

Observó la espalda de Gustabo mientras esté se alejaba y salía del puente para indicarle a través de la llamada la ubicación exacta al Chino y a Nadando que venían en helicóptero.

Por favor..N.No quiero morir...–dijo con la voz cortada mientras lágrimas caían por sus mejillas.

No vas a morir, te vamos a intercambiar por nuestro compañero–dijo encogiéndose de hombros–¿O acaso no confías en tus compañeros?

Ellos son mi familia, arriesgamos la vida por el otro–dijo temblando pero muy seguro de lo que decía

[🌻]

Secó una traicionera lágrima que caía por su mejilla, intento recomponerse corriendo un cabello gris que topaba en su ojo.

–Ya sabrás que soy tu compañero y tu secuestrador–Solto una sonrisa triste–Perdóname por no haber hecho nada.

No podía no sentirse culpable, el también había sido alumno, el también había sido apuntado e intimidado por la misma mafia pero el estaba vivo y Leopoldo no.
Recordaba perfectamente como Torrente se había puesto delante de el y Gustabo, el también lo pudo haber hecho pero solo arruinaría la investigación o eso quería creer. Su cabeza era un torbellino, en las películas de acción no parecía tan complicado tener 2 vidas.

Toda esta situación lo consumía, supo que era hora de ir a dencasar.

Se despidió con un asentimiento de cabeza y camino de vuelta al estacionamiento.

Volkov.

Habían pasado 2 semanas desde la última vez que visitó la tumba de Ivanov, las ganas de visitarlo no le faltaban pero debía controlarse.
Cada vez que iba se tomaba una botella de vodka como si fuera agua y aunque "intentaba" no hacerlo, falló ese día también, como todos sus otros intentos.

Su espalda estaba apoyada en la tumba de su compañero, estiro el cuello para leer por segunda vez la lápida.

Alexander Ivanov
1983 - 2020
Amigo, compañero y comisario
del Cuerpo Nacional de Policía.

Había pasado tiempo desde la muerte de Ivanov pero aveces dudaba de la triste realidad y se obligaba a mirar la tumba para recordarse que su mejor amigo estaba muerto.

Intentando dejar atrás sus pensamientos, abrió de una forma eficaz la botella de vodka y tomó un largo trago de su líquido favorito.

–Hace 2 días murió un alumno y todo por una puta negligencia del CNP–murmuró, aveces dudando si le hablaba a Ivanov con la esperanza que le respondiera o si hablaba para él.

–Pareciera que todo se esta destruyendo, cayendo a pedazos–comentó sin obtener respuesta alguna–Aún no hay nada de esos hijos de puta

Por instinto propio sostuvo fuertemente la botella, imaginando que era el cuello de uno de la mafia.

Pensó en estrellarla en el suelo por el odio que sentía pero unos pasos que se arrastraban haciendo que la tierra sonará interrumpieron sus deseos.

Cambio su postura por una agachada y dejo la botella en el suelo, se afirmó de la tumba para no perder el equilibrio.

Fijó su vista hacia una tumba con un sujeto erguido delante de ella, este vestía de negro pero portaba unas coloridas zapatillas azules con amarillo. Levanto la vista hacia su cabello gris que caía hacia uno de sus lados y entendió perfectamente de quien se trataba.

La misma persona que no veía hace varias semanas, lo observo fijamente por unos minutos hasta que este se fue y sintió el motor de un coche alejarse del cementerio.

Se reincorporó tomando la botella de vodka firmemente, caminó lentamente hasta la tumba donde anteriormente el crestas estaba parado y leyó en la lápida el nombre del agente recientemente fallecido.

Arqueo ambas cejas ante la confusión que vino a su mente, ¿Cómo sabia Horacio de la muerte de Leopoldo? ¿Y si no era él? ¿Y si esa no era la tumba que estaba visitando?

¿Y si el fue uno de los responsables de su muerte?

Sus manos empezaron a temblar ante el cuestionamiento que vino a su cabeza, negando la idea de que Horacio perteneciera a esa mafia.

La botella de vodka que sostenía en ese momento parecía que su peso había aumentado para el, por que su mano la dejo caer ante lo débil que estaba haciéndola estrellar inconscientemente en el suelo.

𝐐𝐮𝐢é𝐧 𝐞𝐫𝐞𝐬? \\𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora