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Estaba la Catrina muy a gusto

bajo la sombra de un sabino

evadiendo al sol,

con los pies mojándose en el río

para quitarse el calor;

cuando de improviso Xólotl

apareció.


Disfrazado de ajolote

las piedras en el agua surcó,

al ver que no la engañaba

vencido le preguntó

¿Así que aquí es donde te ocultas?

Después, tomando forma humana

la respuesta esperó.


Traviesa y arrogante ella negó,

y con una sonrisa misteriosa

le contestó:


Yo jamás me escondo de nada

todos temen de mí,

este es mi hogar y mi refugio,

el lugar que elegí para vivir.


El Dios miró el paisaje

y fascinado asintió.

Cuida entonces amiga mía

el paraíso que tienes aquí,

porque cuando los demás se enteren

del oasis donde descansa la muerte,

seguro querrán venir.

EL OASIS DE LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora