Karmaland's Maid Cafe // Rebornplay

XV - {Wipe your eyes}

Nueva encuesta al final del capítulo!

Ahora sí sabrán qué final fue el que ganó... Que la fuerza lxs acompañe(?

~♡~

Los días transcurrían lentos y cada uno de ellos Auron se los pasaba encerrado en su habitación, saliendo únicamente para comer, pues allí dentro disponía de un baño propio, algo que agradecía especialmente en los momentos que tenía náuseas. Reborn se encargaba de los quehaceres de la casa, también de cocinar y asegurarse de que su predestinado tomara sus medicamentos y se cuidara debidamente. Ambos hablaban lo justo, sin mantener charlas largas, algo que los lastimaba, sí, pero nada podían hacer, pues no querían forzar su nueva relación tras lo sucedido, suficiente ya tenían con el hecho de comenzar a vivir juntos de forma tan repentina.

Habrían continuado así, de no ser porque había un problema... Auron debía asistir a los controles por su embarazo, el primero de ellos fijado para uno de los siguientes días. La amable doctora que lo cuidaba cuando estuvo en el hospital era la que le había mencionado que su embarazo podía tener ligeras complicaciones, por lo que Gustabo se encargó de pedir cita lo antes posible. El rubio le dijo que podía acompañarlo a donde quisiera, mas el Omega de Auron le pedía a gritos el ir con su Alfa, algo que ciertamente lo asustaba, pues al darle la noticia cabía la posibilidad de que éste reaccionara mal al pensar que el padre de su cachorro era el secuestrador, cosa que no era posible de ninguna forma, siendo la misma doctora antes mencionada quien se lo confirmó cuando le hicieron los exámenes pertinentes luego del accidente.

Debía decirle todo al más alto, salir de la cama y sentarse con él de forma tranquila a charlar. Si lo echaba de su casa, no importaba, era lo suficientemente fuerte para comenzar desde cero en otro lugar, ya lo había hecho una vez y no le daba miedo hacerlo otra.

Esa misma tarde, cuando estaban en medio del almuerzo, se armó de valor y dejó los cubiertos a un lado, cruzando los brazos sobre la mesa, llamando la atención del contrario.

— ¿Sucede algo? — Preguntó preocupado el Alfa cuando vio que su Omega había dejado de comer. — Si no te gusta lo que cociné puedo...

— No es eso. — Lo interrumpió, intentando que su voz sonara decidida, pero fallando olímpicamente en el intento. Carraspeó con algo de vergüenza antes de continuar. — Reb... — El corazón del nombrado dio un brinco tras escuchar aquello, un apodo tan común por el que casi todos sus amigos lo llamaban, pero que saliendo de los labios de Auron luego de tanto tiempo sonaba extremadamente dulce. — ¿Recuerdas cuando pasamos juntos por primera vez mi celo?

— Oh... — Esperaba cualquier cosa, menos eso. Un ligero rubor se instaló en sus mejillas ante tal recuerdo. — Por supuesto que sí, ¿por qué?

— Pues... Yo... Nosotros... — Se trababa al hablar y de repente las ideas y palabras se mezclaron en su cabeza, generándole una horrible confusión que su boca por algún motivo no quería callar. — ¡Es que no sé cómo coño decirte esto! — Gritó ya harto de sí mismo y poniéndose de pie de forma inesperada. — ¡Incluso intenté pensar en alguna manera creativa de hacerlo, pero no se me ocurrió nada! ¡¿Por qué coño esto es tan complicado?! ¡Yo no...! — Justo cuando más se estaba alterando, pudo oler el tranquilizante aroma de su Alfa, el cual, si bien tenía a su alrededor durante todo el día, seguía considerándolo irresistible. Estaba seguro que jamás se cansarían de eso.

— Sabes que puedes decirme lo que sea, sin miedo, incluso si me lastima. — Se puso de pie también, aunque un poco más lento y sin acercarse tanto al otro. No quería asustarlo, solo mostrarle seguridad y confianza. — Auron, solo dime, por favor. — Pidió, expulsando más feromonas de forma inconsciente.