XXI - {Easy}

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Aclaración: Auron y Reborn van a estar modo soft entre ellos debido a los efectos de la marca (esto no es obligatorio, pero decidí ponerlo de todas formas jeje).

Espero que disfruten la lectura♡


~♡~


— Huele bien. — Le dijo Reborn a Auron, abrazándolo por la espalda, oliendo el delicioso aroma de la comida que el menor acababa de preparar.

— Hombre, normal. — Soltó con orgullo, girando levemente la cabeza hacia un lado, recibiendo un tierno y corto beso en los labios que lo hizo sonreír.

— ¿Te encuentras mejor?

— Sí, no te preocupes. — Manteniendo su sonrisa, volteó para poder acariciar la mejilla de su predestinado y besarlo nuevamente.

Sabía a lo que se refería, y es que la noche anterior había despertado de madrugada debido a una pesadilla. El Alfa también lo hizo tras oír el grito ajeno, por lo que después de calmar al Omega, ambos se quedaron durante un par de horas abrazados, mezclando sus aromas y regalándose caricias dulces y delicadas; simplemente queriéndose.

Cuando el menor se durmió, Reborn continuó despierto sin poder evitarlo, queriendo cuidar los sueños de su pareja, con miedo a que éste despertara nuevamente por otro mal sueño. A la mañana siguiente, Auron notó aquello a causa de las pequeñas ojeras que se habían formado bajo los ojos de su predestinado, por lo que quiso prepararle algo delicioso para desayunar como modo de agradecimiento.

Luego de comer y de que el menor le pidiera insistentemente al contrario que descansaran por más tiempo, el castaño oscuro accedió, durmiéndose sobre la cama, con su cabeza acomodada en el cuello del más bajo y abrazándolo sin intenciones de querer soltarlo. Por su parte, éste último le acariciaba el cabello con cuidado mientras veía una serie en la televisión, ya mucho más tranquilo al saber que su pareja tendría mejor descanso que la noche anterior.


— ¿Qué hora es? — Dijo la ronca y adormilada voz del Alfa, causando que el Omega pausara lo que estaba viendo para poner toda su atención en el otro hombre.

— Realmente no han pasado ni dos horas, pensé que ibas a dormir más. — Le depositó un corto besito en la cabeza.

— No es necesario. — Apretó más su abrazo. — Prefiero estar despierto para disfrutar el quedarnos así.

Se vieron sumidos en un acogedor y cálido silencio, donde, como cada vez que eso sucedía en esa cabaña, solo el canto de los pájaros se oía afuera. Por un momento, sintieron la necesidad de estar así por siempre, aunque sabían que era imposible, más si tenían un adorable cachorro que los esperaba cuando regresaran a casa.

Con Axo en su mente, al imaginar lo que él sentiría si pasara por lo que tuvo que pasar uno de sus padres, Reborn recordó algo que había estado pensando durante esos días, algo que podía ayudar a su pareja... O tal vez no. ¿Sería buena idea decírselo a Auron? No lo sabía, pero al menos no perdía nada intentándolo.

— Estaba pensando... — Comenzó. — ¿Nunca has querido visitar a tu padre?

— ¿Cómo? — Preguntó un tanto desconcertado ante la repentina y extraña pregunta. Se quedó unos segundos en silencio, sin saber exactamente qué responder. — Pues... A veces, pero jamás lo he hecho.

— ¿Puedo saber el por qué? — Levantó la cabeza para verlo.

— Yo... Es que siento que tal vez no le importó el que yo me fuera, ya que nunca me buscó. Piénsalo, me encontró el otro capullo luego de años y no él. Además, tal vez ya tiene otra familia, por lo que aparecer de la nada no estaría bien... Lo extraño, lo admito, pero me da miedo verlo. — Su mirada reflejaba una tristeza infinita, y es que su padre aún era alguien sumamente importante para él.

Karmaland's Maid Cafe // RebornplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora