X - {Talking to the moon}

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Luego de lo sucedido, Reborn se quedó el resto de la semana en casa de Auron, cuidando de él y mimándolo hasta donde éste, que no se quería separar de su lado, lo había dejado. Sobre el tema del nudo no se habló, más que nada por el miedo de ambos a lo que pudiera suceder. Sabían que estaba mal ignorar aquello, mas pensaban que si no lo hablaban, disiparían un poco sus miedos.

Por otro lado, el quedarse juntos le había servido al Alfa para aprender más sobre la "condición" de su predestinado. Resulta ser que era posible que su celo se extendiera hasta durar una semana o, por el contrario, solo un par de días, también que podía llegar de golpe cada mes o luego de unos cuantos meses. Fue testigo de los terribles dolores que sufría Auron, quien se retorcía y lloraba al no poder controlarlos, mientras que Reborn, sin tampoco tener otra solución, le acariciaba el vientre y expulsaba sus feromonas para mostrarle que no lo dejaría solo.

El guardia de seguridad, incluso si después se lamentaba y juraba no volverlo a hacer, siempre cedía ante el Omega que tan insistentemente rogaba por atención, terminando con ambos teniendo sexo en el sofá, la isla de la cocina o incluso en la ducha.

En ninguna de esas ocasiones usaron protección.

Una vez volvieron al trabajo, sus compañeros tenían ligeras sospechas sobre su relación, hasta que al cabo de pocos días se besaron antes de comerzar sus turnos, deseándose suerte y sin importarles el resto, quienes se sorprendieron, pero también se sintieron felices por la pareja.

Ya había pasado un mes desde todo lo antes mencionado y esa mañana Reborn había tenido que subir hasta el apartamento de Auron para llamar a su puerta, pues no contestaba las llamadas ni los mensajes. De seguro no quería moverse de la cama.

Estaba equivocado.

— ¿Qué pasa? — Se escuchó preguntar a un molesto superintendente del otro lado de la línea. Su hijo había decidido llamarlo.

— ¿Estás en comisaría? Necesito que vengas rápido al edificio donde vive Auron. — No tenía tiempo que perder y lo sabía, estaba muy preocupado. — No abría la puerta y al llamarlo escuchaba su móvil desde afuera, así que decidí entrar por la fuerza. — Hablaba muy rápido, aunque de todas formas su padre le entendía a la perfección, tanto así que incluso ya estaba de camino hacia el lugar temiendo lo peor. — Y... Y ahora que lo hice, veo que su piso está hecho un puto desastre; hay cosas regadas por todos lados, la cocina estaba encendida, la televisión también y... — Se detuvo cuando notó un extraño nudo creciendo en su pecho, como una sensación extraña. — Tengo un mal presentimiento. ¿Crees que pudo...?

— No saques conclusiones apresuradas. Espérame, ya voy cerca. — Finalizó la llamada y se apresuró aún más.

Apenas llegó al apartamento revisó todo el lugar en busca de algún indicio de lo que pudo suceder, y justo después de eso fue cuando la pesadilla de Reborn comenzó.

En menos de una hora todo policía de servicio tenía la orden de buscar al Omega desaparecido, aparentemente secuestrado. A cada civil se le hacían un control de identidad con el fin de saber si tenía cargos que posiblemente pudieran estar relacionados a lo sucedido con Auron, la cafetería había cerrado luego de que le llegara la noticia a 8cho, y Lolito había ordenado a su propio servicio de seguridad que buscara a su amigo.

Lamentablemente, no lo habían encontrado, no había rastro del joven.

Dos largas semanas transcurrieron y las pocas pruebas que tenían no los llevaban a ningún lado.

Conway ya había involucrado al CNI, pues toda la ayuda con la que contaban no había sido suficiente. Habían puesto una recompensa de 1 millón de karmas para quien tuviese algún tipo de información sobre el paradero de Auron.

Karmaland's Maid Cafe // RebornplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora