Karmaland's Maid Cafe // Rebornplay

XIX - {Elastic Heart}

El capítulo lo tuve que dividir en dos partes, ya que sino quedaba larguísimo. Pero no se preocupen, les prometo que el próximo sí o sí tiene +18... Y más de una vez👀

Disfruten la lectura♡

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Ya habían pasado tres meses y medio desde que se habían vuelto una familia, y aunque realmente la pareja corría con la suerte de tener a un bebé que prácticamente no lloraba a no ser que de verdad le sucediera algo que perturbara su buen ánimo, eso no quitaba el hecho de que eran padres primerizos y sabían que las cosas se pondrían duras con su cachorro a medida que éste fuera creciendo, razón por la que procuraban disfrutar lo máximo posible al pequeño.

Auron ganaba dinero gracias a que había rentado su apartamento antiguo, por el cual, gracias a estar ubicado en el centro, justo al lado de comisaría, podía cobrar una suma considerable. Reborn por su lado trabajaba desde casa, recibiendo un salario por ayudar con el papeleo de varios casos a sus padres, algo que también le servía como experiencia previa antes de comenzar su camino a ser policía. De la misma forma, iba una vez por semana a la cafetería, donde recibía un segundo sueldo por ser el mentor del que sería su reemplazo como guardia de seguridad.

El Omega asomó la cabeza al interior de la habitación del bebé, la cual antiguamente fue la de invitados y la que habían transformado por completo para adaptarla a un recién nacido. Habían decidido quedarse en el apartamento de Reborn hasta que su hijo creciera un poco, pues no creyeron conveniente mudarse de forma tan apresurada, cuando en realidad, si bien era cierto que por la zona donde residían no había ni siquiera una escuela cerca, de todas formas Axo no había dado ni sus primeros pasos todavía, así que tenían tiempo de sobra para buscar un buen lugar.

— It's not time to make a change, just relax, take it easy. — Cantaba despacio Reborn. Aquella canción, aparentemente, se había vuelto la preferida del cachorro, quien admiraba con sus grandes ojos a su padre, el cual lo acunaba con cuidado y cariño entre sus brazos. — You're still young, that's your fault, there's so much you have to know... — Se detuvo cuando volteó hacia la puerta con una sonrisa, después de que el aroma a chocolate lo envolviera.

— Pero no dejes de cantar. — El Omega entró al lugar y caminó hasta tomar asiento en la silla mecedora que había allí. — Axo no es el único que disfruta escucharte.

— Lastima, es un show privado. — Susurró divertido, notando que su hijo se estaba durmiendo.

— Que hijo de puta. — Se rio despacio, viendo a su pareja recostar suavemente al infante en su cuna. Se puso de pie para acercarse por la espalda del más alto y abrazarlo por la cintura. — ¿Te viste alguna vez en esta situación? — Apoyó la frente en la amplia espalda contraria.

— Ciertamente no. — Admitió, acariciando las pequeñas manos ajenas, sin despegar la mirada de su hijo. — En principio, porque siempre pensé que no conocería a alguien especial; veía a mis padres y pensaba que jamás tendría lo que ellos tienen, y es que ahí donde los ves, discutiendo e insultándose a la mínima, darían todo por el otro, incluso la vida. Pensé que encontrar a mi pareja predestinada era imposible... — Suspiró. — Pero un día apareció un Omega al que salvé del ataque de un insecto, y he de admitir que era un dolor en el culo, aunque desde el primer segundo me robó el aliento y supe que quería quedarme a su lado pasara lo que pasara. Insisto en que tener una familia no estaba en mis planes, al menos no en ese momento, pero cuando supe que Axo venía en camino... Dios, fue una sensación increíble. Y ahora, sin mentir, puedo decir que estoy más feliz que nunca, y todo te lo debo a ti. — Al ver que su hijo ya dormía plácidamente, volteó con cuidado para alzar en brazos a su pareja, quien con una sonrisa le rodeó la cintura con las piernas.