Karmaland's Maid Cafe // Rebornplay

I - {Fake smile}

˜"*°•. 𝙇𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙘𝙤𝙣 𝙫𝙖𝙧𝙞𝙤𝙨 𝙚𝙧𝙧𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙗𝙤 𝙘𝙤𝙧𝙧𝙚𝙜𝙞𝙧, 𝙮 𝙡𝙤 𝙝𝙖𝙧é, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙥𝙤𝙘𝙤 𝙖 𝙥𝙤𝙘𝙤. 𝙈𝙪𝙘𝙝𝙖𝙨 𝙜𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙖 𝙥𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖♥ .•°*"˜

Se admiró de pies a cabeza en el espejo de cuerpo entero frente a él y frunció el ceño con molestia. Detestaba estar rodeado de pervertidos durante todo el jodido día, de estar sonriéndoles con falsa amabilidad, que lo observaran como un objeto, que intentaran propasarse y el estar llamándolos de maneras que a veces eran hasta extrañas o incómodas.

Todos los días se rodeaba de personas que se lo comían con la mirada, llevaba así mucho tiempo y de todas formas no se acostumbraba del todo.

Pero había que ser justos, pues por otro lado, y al mismo tiempo, habían cosas que le agradaban; por ejemplo, estaba el dueño del lugar, su jefe y un muy buen amigo, un Beta muy divertido y agradable, que no dejaba que tocaran a ningún trabajador. Era un tipo con muchos fetiches y al que le gustaba el sexo de sobremanera, pero mantenía la debida distancia con sus empleados, en principio por ser profesional, aunque también porque respetaba y amaba a su pareja.

Las amistades que había hecho por trabajar en el café también las agradecía, y es que el ambiente laboral que había allí, tomando en cuenta que todos se llevaban bien, era fantástico, daban ganas de ir todos los días solo para ver a tus compañeros.

Otra cosa que le encantaba era su uniforme. Es más, lo adoraba.

Lucía un lindo vestido de una pieza, muy ajustado y de color negro al estilo sirvienta francesa que le llegaba más arriba de las rodillas. Era bastante corto, pero lo suficientemente largo como para cubrir solo su trasero y miembro. Tenía las mangas cortas y ligeramente aglobadas, con el cuello con escote cuadrado y contorneado con una fina línea de tela color blanco. Éste era acompañado por medias hasta la rodilla, una katyusha en su cabello, guantes largos, un pequeño delantal atado a la cintura y una liga de encaje en su muslo derecho, todo esto de color blanco. También usaba zapatos de tacón semi alto estilo cono y una gargantilla de cuero ajustada a su cuello, ambos en negro, con la única diferencia de que esta última tenía una piedra roja ovalada incrustada en el medio de forma elegante.

Pese a todo lo bueno, aún así un suspiro de frustración abandonó sus labios, mientras se aseguraba de que todo en su uniforme estuviera bien puesto.

— ¿Auron? — Llamó otro joven que entraba a los vestidores. Un chico bajito de cabello blanco, ojos grises y tez pálida. Usaba el mismo uniforme, con la diferencia de que su cabello era adornado por un par de orejas de gato falsas y la gargantilla de su cuello tenía una piedra verde. — Aquí estás. — Sonrió al momento de ver a su amigo y compañero de trabajo. — El señor Arthur pregunta por ti. — Informó.

— ¡Que pesado es ese calvo de mierda, tío! — Se quejó con molestia, odiaba ser el "favorito" del lugar.

— Lo sé y lo siento, pero se niega a que alguien más sea su sirviente. — Esta vez su tono de voz sonó más apenado. — Eres muy popular entre los clientes y te sigues enfadando cada vez que preguntan por ti. — Se rio.

— Claro, es que a veces es molesto que nadie se resista a este cuerpo moreno tan sexy. — Hizo una pose poco sensual frente al espejo, haciendo que su amigo soltara una sonora carcajada. — Bueno, vamos a trabajar, Momon. — Le sonrió amable.

En efecto, Auron era muy popular entre los clientes, especialmente Alfas y Betas, quienes lo llenaban de regalos anónimos que dejaban con los guardias. El pequeño Omega más de una vez tuvo que retener las náuseas que le causaban las molestas feromonas de alguien que no sabía lo que significaba la palabra "autocontrol", y no solo él, sino que todos sus compañeros que trabajaban como sirvientes habían pasado por eso.