38. Fiesta de pregraduación.

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{I know, you know, we know. We weren't meant for each other and it's fine.
But if the world was ending...You'd come over, right?You'd come over and you'd stay the night.Would you love me for the hell of it?}

(If the world was ending Julia Michaels & JP Saxe)


—Necesito que me comentes pronto lo que tienes pensado para la fiesta, tenemos que comprar los materiales y prepararlo, ¿entiendes?

—Te agradecería infinitamente que no me agobiaras con los preparativos de la dichosa fiestecita de las narices —le sonreí inocentemente a mi tío, tratando de no soltarle peores palabas que aquellas.

La semana que viene era la fiesta de la pregraduación. Apenas era miércoles, y cada vez que me encontraba a mi tío por el pasillo o me mandaban a su despacho, me hablaba sobre la fiesta y me preguntaba que decisiones había tomado respecto a ella. Mi respuesta era todo el tiempo la misma: ninguna. Y parecía que a mi tío no le entraba en la cabeza.

—Melody, si hice que te encargaran esto a ti es porque estaba seguro de que te lo tomarías realmente en serio, y lo mínimo que espero es una respuesta que me ayude a confirmarles cosas a las otras personas que tienen que comprar las cosas y organizarlas así que, por favor te pido...

—Había pensado en algo —interrumpí su discurso, el cual estaba ya harta de oír—. Un gran salón de baile, como los de antiguamente, con temática de hace años atrás. Vestidos de forma elegante, con vestidos y trajes como los que llevaban anteriormente las personas que tenían suerte y eran de clase alta. Y máscaras. Un baile de máscaras como los de antes.

Mi tío me miró con una pequeña sonrisa, terminando por asentir en cuanto acabé de hablar. Tras responder que le parecía una gran idea, me pidió tener listo para pasado mañana el nombre del salón de baile que quería alquilar y la decoración que iba a tener. Suspiré, asintiendo con mi cabeza a forma de respuesta, y por fin me dejó irme de su despacho.

—¡Mel! —Ela apareció en mi campo de visión, corriendo hacia mí—. ¿Qué le has dicho a tu tío sobre la fiesta al final?

—Pues he tenido una idea, pero te la contaré más tarde. Ahora necesito llegar a casa y echarme una buena siesta —suspiré con una amplia sonrisa.

Ela asintió, comprendiendo que debía de tener sueño, despidiéndose de mí, caminando apresurada hacia su casa cuando unas nubes grises comenzaron a cubrir el anterior cielo soleado y el sonido de unos grandes truenos hacían eco por toda la ciudad.

No era sueño lo que tenía, era simple cansancio. Necesitaba desconectar mi mente por un largos momentos antes de que me pusiera a darle vueltas a todo en el interior de mi cabeza. Y justo en ese momento, me llamó Finn. Decidí cogérselo, más que nada porque sabía que únicamente quería preguntar cómo nos iban las cosas. En el hospital le habían ofrecido un aumento de sueldo fijo a cambio de que tuviera más turnos, así que apenas le veíamos unas horas por las noches que tenía libres.

—¡Mel! —exclamó alegre en cuanto descolgué.

—Hola, Finn. ¿Cómo va todo en el hospital? —sonreí, esperando su respuesta.

—Pues bastante lleno. Aquí siempre viene gente incluso por cosas tontas que un médico de cabecera podría arreglar a la perfección... Pero bueno, no era de mi trabajo de lo que quería hablar. ¿Cómo va todo por ahí con Drake? ¿Y tus sesiones en la comunidad de anónimos?

—Todo genial, Finn. Las sesiones me están ayudando bastante, llevo ya una semana entera sin probar ni un cigarro —respondí con orgullo.

Al principio pensaba que eso de asistir a terapia grupal de forma anónima no iba a servir para nada. Mis amigos insistieron en que lo hiciera, y Jake. Pero, sin ninguna duda, la persona que más me había estado apoyando en todo era Drake. Cuando salía de las sesiones, él me esperaba fuera para recogerme e irnos juntos a tomarnos un café y a dar una vuelta. Sin apenas darme cuenta, estaba en la mejor época de mi vida, porque estaba empezando a ser feliz.

Limerencia. [AI. # 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora