9. Kyle en una pelea y varios puñetazos.

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{I don't want your prescriptions. Just 'cause you say I'm crazy. So what if I'm fucking crazy. Yeah, I'm gonna show you. Loco, maniac, sick bitch, psychopath. Yeah, I'm gonna show you. I'm gonna show you. Yeah, I'm gonna show you.}

(I'm gonna show you — Bebe Rexha)


Bajé a la cocina con tranquilidad y observé con una de mis cejas alzadas como Drake bailaba, —sin camiseta, he de añadir—, por la cocina preparándose su desayuno, con la música demasiado alta. Seguro que los vecinos acabarían quejándose del ruido.

Me acerqué con sigilo por detrás para dar un golpecito en su espalda, escuchándole soltar un grito poco masculino de su parte debido al susto que le había dado. Reí ante su reacción y alcé una de mis cejas cruzándome de brazos para después volver a mirarle con la misma seriedad de siempre.

—Niña mimada, baila conmigo —sonrió extendiendo su dedo hacia mí y arrugándolo hacia él repetidamente, en un gesto de que me acercara a él.

—No, yo no sé bailar. Además, ¿quién te crees que eres? ¿Patrick Swayze en Dirty Dancing o qué? —me burlé, rodando mis ojos.

—¿Estás mandándome una indirecta para que recreemos las escenas de la película? Mi favorita es cuando Baby va a su habitación después de que el padre de ella ayudara a Penny con su embarazo y le hablara como el culo. No sé, podríamos recrearla, piénsatelo.

—Eres un sucio pervertido, si yo contigo no iría ni a la vuelta de la esquina, playboy, mucho menos me arrimaría a tu cama.

—Eso dices ahora, pero ya veremos, niña mimada. Son nueve meses los que voy a estar aquí, sólo te lo recuerdo.

Me aparté de él dibujando una mueca mientras me acercaba a la encimera para poder prepararme el desayuno sin que él viniera a molestarme. Sin embargo, no dio resultado. Él sonrió divertido dispuesto a molestarme más, y tiró de mi brazo hacia él. Subió el volumen de la música y se dispuso a bailar conmigo dándome vueltas mientras una pequeña, y casi inaudible sonrisa, se asomaba entre mis labios.

—Venga, niña mimada, estás demasiado amargada. Baila conmigo.

Puse mis ojos en blanco y dejé que me diera vueltas por la cocina sólo tirando de mi brazo, mientras yo sonreí negando con mi cabeza. Fuimos interrumpidos por el sonido de mi teléfono, que hizo que me separara de su cuerpo y me dirigiera al sofá a atender la llamada después de ver el nombre en la pantalla. Kyle. Me apresuré a responder.

—¡Melody! ¡Menos mal que lo has cogido! Por favor no cuelgues, necesito que me ayudes, por favor, Melody —sonaba realmente alterado al otro lado de la línea.

—Está bien, Kyle. ¿Qué ocurre? Habla despacio porque no estoy entendiendo una mierda —traté de entender lo que me decía, pero hablaba demasiado rápido. Parecía realmente nervioso.

—He ido a hacer un encargo de, bueno ya sabes qué, y aquí hay tres tipos que no parecen muy contentos con lo que me tienen que pagar. Mel, me han dado una tremenda paliza que no sé ni como sigo vivo. He logrado esconderme los segundos justos para llamarte, necesito ayuda. Llama a alguien, por favor —explicó, con voz temblorosa.

—Joder, Kyle. Mira que siempre te digo que no vayas a hacer los encargos tú solo, ya sabes que el riesgo de que estas cosas pasen es demasiado alto. Si ves una oportunidad, sólo corre, Kyle. Pásame la dirección y estaré ahí lo antes posible.

—No, Melody no vengas sola...

Y ahí le colgué el teléfono, sin dejarle acabar de hablar. Sabía lo que me iba a decir, pero no tenía tiempo de llamar a alguien y esperar a que venga. Recogí mis cosas y abrí la puerta, parándome en esta para avisar a Drake de que iba a salir.

Limerencia. [AI. # 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora