13. Una noche alocada y unos vídeos.

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{You make it look like it's magic. 'Cause I see nobody, nobody but you, you, you. I'm never confuse. Hey, hey. I'm so used to being used. So I love when you call unexpected.}

(Earned it- The Weeknd)


Me desperté sobre la mesa de una cocina que no era la mía, no llevaba camiseta y tenía mi torso completamente pegajoso. En el suelo había varias personas tiradas durmiendo también, algunas sin camiseta, otras en ropa interior, y otras sin nada completamente.

Agudicé la vista esforzándome en mirar la hora en mi reloj. Las dos de la tarde... joder. Menos mal que estaba ''enferma'' y no tenía que acudir a clases, porque la resaca que tenía en ese momento me superaba por mil.

Me levanté de la mesa apartando los vasos que tenía por encima de mi cuerpo también. Caminé hasta un amplio salón y vi a Ela tirada en el sofá en una postura demasiado antinatural, que seguro que haría que después le doliera el cuello. Tenía todo el pelo cayendo en cascada por su rostro, y la camiseta ligeramente alzada hacia arriba mostrando parte de su torso. Me acerqué a bajar su camiseta y bostecé de forma ruidosa.

Parece la niña del exorcista.

Solté una risa para mí misma y negué con la cabeza bostezando. No tenía ni idea de dónde estaba, pero yo caminaba como Pedro por su casa porque, sinceramente, me daba igual de quien fuera la casa.

Un pinchazo llegó a mi cabeza y la sostuve entre mis manos con un leve quejido en molestia. Subí por las escaleras y miré a mí alrededor tratando de encontrar el baño. Me estaba meando demasiado, y necesitaba lavarme bien la cara, despertar a Ela, y largarnos de aquí.

Abrí diversas habitaciones encontrando a diferentes parejas desnudas sobre la cama, durmiendo y completamente agotadas. Hice una mueca de asco y por fin logré dar con la puerta que daba al baño.

Una vez retiré lo necesario, me senté en el váter sin apoyarme en él e hice mis necesidades quedándome realmente a gusto.

Lo último que recordaba de esa noche es que Ela se enteró de la fiesta a la que me había invitado Drake, y ella tenía muchas ganas de ir, por eso me tocó acompañarla. Llegamos a la casa, saludé a algunos conocidos y luego la cosa se me fue de las manos y la noche se descontroló.

Me acerqué al lavamanos y junté mis manos abriendo el grifo para dejar que mis manos se llenaran de agua. Y luego la esparcí sobre mi cara, terminando por secarme con la toalla situada al lado.

A saber por dónde se han pasado esa toalla.

Bufé y llevé mi mano a mi bolsillo, suspirando de alivio al notar mi móvil en este. Estaba sin batería, muerto, estiró la pata, la palmó. Y más cosas que se me ocurrían, pero ya me daba pereza pensar. Lo único que quería era salir de allí, irme a mi casa y dormir tranquila y perezosamente en mi cama para luego hincharme a nutella.

Bajé de nuevo y me dirigí al sofá para tomar a mi amiga por los hombros y sacudirla logrando quejidos de molestia por su parte.

—Vamos, despierta Ela. Hay que ir a casa —murmuré para no despertar a los demás.

—¡Quiero otro shot! —exclamó ella a respuesta.

Alcé una ceja confusa y mordí mi labio para contener una carcajada. Ella estaba soñando que se estaba llenando de alcohol, pero probablemente eso ya pasó anoche.

Me esforcé en despertarla, y por fin lo conseguí. Ella cogió su bolso, confirmando que no le faltaba nada, y después de arreglarnos un poco la ropa como pudimos, nos dirigimos a la salida.

Limerencia. [AI. # 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora