29. La revelación y el diagnóstico.

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{Hate me, hate me, still tryna replace me.
Chase me, chase me, tell me how you hate me.
Erase me, 'rase me, wish you never dated me.
Lies, tell me lies, baby, tell me how you hate me.}

(Hate me — Ellie Goulding and Juice WRLD. )


Había quedado con Albert mañana para comprar lo que necesitaba ya que a duras penas había logrado recordar que ese día tenía una cita reservada con el psicólogo, y de paso, para visitar a Jake al hospital, como solía hacer cuando iba.

Cuando llegué al hospital a las diez de la mañana saludé a las chicas de la entrada con total normalidad sin siquiera pensar que esa sesión del día tendría algo diferente a las demás. Ni siquiera cuando me saludó al entrar en la consulta y me dijo aquello me imaginé algo semejante.

—Esto va a ser una especie de examen psicológico y voy a hacerte unas preguntas que espero y respondas con toda la sinceridad. No te pongas nerviosa y no te preocupes, trataré de entenderte en todo momento y con cualquier respuesta. ¿Te parece bien?

—Claro, sin problema. Adelante.

Le sonreí con los labios apretados a forma de respuesta. No estaba nerviosa, pero si algo incómoda. Cuando me detectaron los ataques fuertes de ansiedad no me hicieron ningún examen psicológico, así que esto debía ser otra cosa, o quizás se los hacían a todo el mundo. Me sentí un poco incómoda, sin embargo esperé atenta a que me hiciera la primera pregunta.

—Perfecto, empecemos. ¿Qué son para ti las emociones, es decir, la felicidad, tristeza, enfado...? Intenta dar una definición lo más completa que puedas, tiene que salirte de tus más profundos pensamientos y emociones, recuerda ser sincera. Si necesitas ayuda como escuchar música o algo, no dudes en decírmelo. Entiendo que te cuesta expresarte, a mucha gente le pasa. Yo tomaré nota de todo lo que digas.

—¿Las emociones? —alcé una ceja ante su pregunta y balbuceé ligeramente antes de asentir con mi cabeza—. Está bien, lo intentaré sin música ni nada aunque luego me sienta ridícula —reí levemente jugando con mis dedos y con mi mirada bajada hacia estos—. Hmmmm, a ver. Las emociones para mí son momentos. Lo que intento decir es que no puedes ser feliz o triste todo el tiempo. Hay momentos en los que estás tan feliz que no quieres que terminen nunca, y hay otros en los que te sientes tan... cansada. Estás completamente cansada de todo y de todos y sólo quieres que ese sentimiento termine. Después la tristeza acabas por no sentirla. Ya directamente no sientes nada, sólo te sientes vacía, ¿sabes? Sin ningún rastro de ningún tipo de emoción. La tristeza es, por desgracia, un sentimiento muy común y fácil de tener —decía en murmuros, mientras miles de escenarios se me vinieron a la cabeza al hablar sobre ello. Mi hermano, el accidente, la presión que siento en el pecho muchas veces, la soledad que a veces se hace molesta, los momentos antes de drogarme, la decepción, la ira, la completa rabia que me ha cegado tantas veces, el vacío que tengo dentro, la coraza que tengo fuera; el dolor, simplemente, estaba reviviendo en mi cabeza situaciones llenas de dolor.

—¿Y qué opinas de la felicidad? Háblame un poco más de ella.

—La felicidad... Bueno, está claro que es un sentimiento mucho más agradable que el resto, pero también es el más complicado de tener. Es difícil sentirlo pero a la misma vez es lo más sencillo, no sé cómo explicarlo. Cuando estás feliz sientes que lo tienes todo, que no necesitas nada más. Estás cómoda, pensando en momento, sonriendo y riendo de una forma que, sin saberlo, te ves increíblemente brillante —sonreí, mientras escenarios con Liam, Ethan, Finn, Kyle, Ashton y Ela se reproducían en mi mente—. Ahí sí, ahí es cuando sientes que no necesitas nada más en la vida, sólo a ellos. Pero supongo que cuando estás vacía por dentro es todavía más complicado sentirte así, sentirte feliz.

Limerencia. [AI. # 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora