22. Le voy a desviar el tabique nasal a perrantha.

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{Would you rescue me? Would you get my back?
Would you take my call when I start to crack? 
Would you rescue me?  Ah, would you rescue me? Would you rescue me when I'm by myself? When I need your love? If I need your help?}

(Rescue me — One republic. )


Y detrás de toda la masa de personas que se abrieron paso en mi casa, estaban Ethan y Drake con cara de haberla cagado muchísimo, por lo que me imaginé lo que había pasado. Y tenía claro que los iba a rebanar como rodajas de pan, a pedacitos.

—¿A quién le habéis contado que vais a pasar la noche aquí? —les acusé, molesta.

—En realidad sólo fue a una persona... —murmuró de forma culpable Drake.

—¿A quién? —interrogó Ela, también con una expresión facial de estar a punto de matar a ambos chicos.

—A Sam —respondió Ethan con una mueca.

—¿Lo hiciste a propósito, verdad? —pregunté molesta, me parecía demasiada coincidencia.

—Melody, te prometo que no fue a propósito. Ella me preguntó qué planes tenía y yo se lo conté. Pero nunca pensé que iba a hacer algo así.

—Ya está, me he cansado de esa idiota. Le voy a desviar el tabique nasal a perrantha —pronunció Ela completamente enfadada.

En cuanto dijo el apodo que ella misma le había adjudicado por todas las veces que la ha molestado a lo largo de los años, igual que a mí, le miré con una pequeña sonrisa ladina. Pero luego acabé borrándola, porque recordé que Drake también lo había escuchado, y era su novio, y quizás eso le había incomodado. Pero para mi sorpresa, se rio mirándonos a ambas.

—¿Perrantha? ¿En serio? —cuestionó riendo mientras negaba con su cabeza.

—Intentamos buscar uno más original, pero la verdad es que este es el que más le pegaba —dijo Ela con fingida inocencia.

—¿Podemos dejar esta conversación para más tarde? Creo que hay peores cosas de las que preocuparnos —objeté cuando vi el descontrol que se había formado en mi casa. Menos mal que todos los objetos de valor estaban guardados, sino ya estaría todo roto.

Necesitaba echarlos a todos, pero ya. La casa ya estaba hecha un asco y sólo llevaban cuarenta minutos más o menos dentro de ella. Y ya había vasos esparcidos en el suelo, líquido por todas partes, comida, vomito e incluso condones usados. Esa fiesta ya se estaba saliendo de control completamente. Me fijé en que la mesa del DJ estaba un poco más alta e inmediatamente comencé a abrirme paso entre la gente a empujones para llegar hasta ella.

Cuando lo conseguí, me subí quedando en alto y cogí un micrófono pidiendo que quitara la música. El chico, bastante atractivo como detalle que no podía faltar, quitó la música y me dejó hablar al enterarse de que era la anfitriona de la fiesta. Aclaré mi garganta y saqué a relucir una perfecta sonrisa sarcástica cuando todo el mundo decidió callarse finalmente.

—Salid todos de mi puta casa, ahora mismo. Yo realmente no os he invitado, así que largaos antes de que acabemos mal —espeté con enfado, alertando a las personas de la fiesta que comenzaron a salir por la puerta.

Ela me miró negando con la cabeza entre risas, ella ya estaba acostumbrada a mi manera de ser y de arreglar las cosas. Ethan y Liam hicieron prácticamente lo mismo, sólo que la risa de Ethan era mucho más escandalosa y la de Liam era más silenciosa y pasaba desapercibida. Drake me miraba con los ojos a punto de salírseles de las cuencas, muy sorprendido ante mis palabras, aunque se le pasó rápido y terminó por sonreírme divertido, dándome a entender que ya se estaba acostumbrando más de lo que yo había pensado.

Limerencia. [AI. # 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora