2. Un recibimiento poco agradable y una primera discusión.

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{If you want love, you gon' have to go through the pain}.

(If you want love-NF)

—¡Nos vemos, Mel! —bramó Ethan agitando su mano en mi dirección a forma de despedida, mientras Liam me tiraba besos y Ela se quejaba y le empujaba diciendo que sólo ella podía hacer eso.

Ela y yo habíamos pasado a por un helado al salir del instituto, y también habíamos invitado a mis amigos, a lo que ellos accedieron a la propuesta porque les pareció una gran idea. Mi helado era completamente de chocolate negro, con oreos y un poco de chocolate blanco con lacasitos por encima; toda una delicia para mi paladar. Ela tenía un helado de vainilla con trozos de turrón y menta. Mientras, Ethan tenía uno de limón y Liam tenía uno de violetas, este último no era un sabor muy común, pero a Liam le encantaba.

Había decidido marcharme un poco antes, ya que hoy —martes—, vendría el idiota que tendría que vigilarme durante un buen tiempo a petición de los ingenuos de mis padres. No iba a recibirlo con los brazos abiertos, al contrario, iba a llegar lo más pronto posible para sellar las puertas de mi casa de todas las formas posibles y que así no pudiera entrar.

Caminé calle abajo colocando mis cascos e ignorando algunas miradas de la gente mientras iba pasando. ¿Acaso tengo monos en la cara? Siempre había alguien mirándome, y no entendía por qué. Se quedarían completamente idos mentalmente mirando en mi dirección y parecería que me estaban mirando a mí, suele pasar, sí.

Aceleré mis pasos un poco más y abrí la puerta con agilidad una vez estuve delante de esta. Subí la interminable escalera de caracol hacia mi habitación y ahí tiré mi mochila al suelo, y dejé mi chaqueta en la cama ya que había comenzado a hacer mucha más calor de la que hacía por la mañana. Recorrí mi habitación con una mirada sin saber qué hacer en esos momentos, la verdad es que estaba muy aburrida y tenía la sensación de que cualquier cosa que hiciera solo conseguiría que me aburriera todavía más de lo que ya lo estaba.

Todo me da pereza.

La vocecita de mi subconsciente en mi cabeza hizo que inmediatamente le diera la razón a lo que acababa de afirmar. Porque sí, no tenía ningunas ganas de hacer nada en absoluto.

Desvíe la mirada a mi cama y recordé lo que tenía guardado entre la colcha. Me acerqué a ella y la levanté un poco consiguiendo sacar una pequeña bolsa con marihuana y el material suficiente como para liarme un porro. Después vi varios mecheros y un paquete de tabaco Winston.

Marihuana.

De nuevo le di la razón a mi subconsciente. Saqué el papel de liar, la bolsa de marihuana, las boquillas y el mechero. También dejé a un lado apartado mi grinder, para poder utilizarlo cuando tenga que partir la marihuana. Abrí el papel moviéndolo ligeramente entre mis dedos y lo dejé ya a un lado para proceder a abrir la bolsita. Esparcí una pequeña cantidad en el grinder y, una vez bien cerrado, moví la tapa lentamente sobre mis manos. Una vez consideré que ya estaba bien, lo deposité en el papel con cuidado, colocando a su vez la boquilla en el extremo que iría a parar a mis labios. Lamí la parte interior superior del papel para que se pegara con la inferior y pudiera cerrarlo. Una vez todo listo y ordenado, volví a guardar todo el material y lo encendí con el mechero que había escogido antes.

Llevé aquel porro a mis labios dándole la primera calada. Aspiré suavemente su humo, disfrutando de su sabor, y luego expulsé cierta cantidad por la nariz y el resto por la boca. Era una técnica que sólo se podía aprender a base de práctica, y yo ya tenía bastante. También podía hacer esa especie de aros en el aire al poner la boca en forma de O, practiqué bastante también para conseguirlo. Mi amigo Kyle me ayudó a hacerlo, aunque antes de ello se quejó varias veces por mi adicción a fumar y se negó a ayudarme, pero finalmente terminé convenciéndolo.

Limerencia. [AI. # 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora