𝐷𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜

16.|𝐻𝑒𝑎𝑟𝑡𝑠 𝑎𝑟𝑒𝑛'𝑡 𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑘𝑒𝑛|

Dándole un sorbo al primer mate, sintió el calor del agua recorrer su garganta y el dulzor le generó una sensación de paz. Miró de reojo la hora mientras mordisqueaba las medialunas, era temprano y el clima estaba nublado. Le extrañó despertarse antes del mediodía luego de haber tenido una noche |extensa| con Wos, con quien se encontró solamente vistiendo con unos bóxers azules francia al levantar la vista.

--Tremendo recibimiento. Podría degustar todo, y no hablo solo de la comida.-- con los nudillos apoyados sobre la mesa, el rubio miraba con una sonrísa pícara a la pelirroja.

--Mucha cháchara y poca acción.-- remató Eli con la ceja levantada. Que en respuesta, Wos bajó la cabeza mientras soltaba una risa.

--A este paso vamos a volver a la cama en menos de dos minutos, prefiero comer aunque sea.-- sentándose enfrente de su "amiga" ésta le sirvió un mate dulce.

Eliana comía mientras miraba casi detenidamente a su compañero. No únicamente su trabajado cuerpo, sino su rostro y ojos. La sonrisa le daba un toque cálido al joven, era como si todo lo demás fuese un complemento. El calor en sus propias mejillas delató que ya llevaba un buen rato observándolo, así que se dirigió a su celular solamente para revisar la casilla de mensajes. Desde su relación anterior, no sentía esa falta de confianza en el coqueteo, como si ahora fuese otra cosa. ¿Tan rápido? Posiblemente, él era un hombre increible.
Esa tarde tendría una sesión fotográfica en colaboración con SHEIN, la emoción era un cosquilleo constante en el pecho amortigüado por el simple hecho de que Valen no la podría acompañar por cuestiones laborales. Debían disfrutar estos momentos, el desayunar juntos, que aportaban conversaciones sobre cualquier tema en general. El de ojos claros parecía realmente interesado en las competencias de la pelirroja, algo que a ella le llenaba el corazón de felicidad. La danza siendo uno de los factores más importantes en su vida, era algo halagador y sincero que un tercero al que tanto aprecie le interese.

--Estoy completamente seguro de que voy a ir a una de tus competencias. Necesito ver esas coreografías para luego premiarte yo personalmente.-- guiñando el ojo, el muchacho se inclinó para darle un corto beso a Eliana y dar por finalizada la comida. Yendose a bañar.

Una presión en el pecho le hizo casi atragantarse con el último mate. Tenía que pasar página, era una ridiculez recordar cuando... J fue a verla. Pero claro, ¿cómo habría de hacerlo después de notar que el peluche de Morty estaba recostado en el sillón al lado del balcón. No, no había que perder tiempo con esas cosas, así que con la mirada seca y los músculos tensados, levantó los platos y los dejó en el fregadero. Sus pensamientos eran solamente una distracción, seguramente al encontrarse con Irene e ir a la sesión le sacaría al maldito pelinegro de la cabeza.
El lugar era profesional, y tenía un aroma a lavanda casi permanente alrededor de los utencilios. El típico fondo blanco, la decoración que se mueve fácilmente, las luces y producción necesaria. Una señorota bastante amable las atendió a ella y su compañera, ofreciéndoles un café y asientos al costado de las máquinas. Le informó a Eli lo que necesitaba saber para este momento. Los vestuarios se dividirían entre Elegantes, Casuales, Urbanos y Promociones de la temporada. Una estilista salió de detrás de unas cortinas y se acercó al notar la presencia de la próxima modelo pelirroja, presentándose como Naeun, Son Na Eun.

--En unos minutos te toca linda, acá tenés los dos primeros outfits. ¿¡Te podes apurar un poco, Ji Young!?-- esta última frase fue gritada hacia otra parte del estudio, donde salió alguien que le resultaba bastante familiar de entre los percheros.

--Acordate que te estoy ayudando, quejosa. Si fuese por mí, estaría modelando para Gucci en lugar de ser un esclavo.-- el peliblanco que sostenía dos vestuarios soportados por una percha, de pronto reconoció a la modelo.--Pero miren que me trajo el viento.-- una sonrisa pícara se dibujó en el rostro del jóven.