—Es una herida profunda -comentó el médico del lugar al levantar la camiseta de Ayn para evaluar la perforación.
El sujeto era alto, crespo y también extrañamente amable y generoso.
—Si, la cosió una médico... -comenzó a explicarle Simone, pero fue interrumpida.
—No quiero saber nada del pasado -el hombre le sonrió.
"Solo fue hace un día, maldita sea" se quejó en su mente la pelirroja. Hasta respirar se había vuelto agotador.
—¿Tiene algo para el dolor? -preguntó Rasmus.
—Voy a sedarla.
—S-Si, -celebró Ayn- dormir.
—Necesita antibióticos pero se nos acabaron. Y debe permanecer en reposo, al menos una semana.
—Pronto acabará -dijo Jorgen.
—No te preocupes, con esto te sentirás mejor.
Ayn giró sus ojos con cansancio hasta ver una jeringa que le resultaba extrañamente familiar.
—¡Espere! -Simone lo detuvo antes de puncionar- No, gracias. No la sede.
Tres pares de ojos la observaron con confusión.
—¿Por qué? -preguntó el hombre.
—Excelente pregunta -comentó con sarcasmo Ayn.
—No quiero que la sede.
El hombre la observó en silencio antes de mirar a Ayn. Claramente no estaba convencido de la voluntad de Simone mientras su paciente se quejaba sobre la camilla.
—¿Puedes aguantar el dolor?
—Dije que no -sentenció firmemente la rubia.
Ayn no comprendía que ocurría con su amiga pero tampoco tenía la capacidad para indagarlo, así que solo se remitió a esperar a que el hombre terminara su trabajo. Y preferentemente, lo antes posible.
—Tengo morfina en la mochila -dijo Simone.
—Buena idea, necesita analgésicos. Pediré que traigan sus cosas.
—Gracias.
—Voy a limpiarte y coserte ¿Esta bien? -en sus ojos vio la clara pregunta que atormentaba a la chica- Te va a doler.
—Solo hágalo, Doc.
Cerró sus ojos con fuerza, entregándose por completo al sufrimiento.
"Quizás estoy pagando mi Karma" comentó en su mente.
—Respira hondo, voy a comenzar.
Una mano envolvió la de Ayn.
—Aprieta con fuerza, no te contengas -dijo con preocupación Rasmus.
—¿Cómo se ve? -preguntó la chica.
El trío de jóvenes se observó en silencio, todos indecisos ante esa pregunta.
—Estarás bien, -los salvó el hombre mientras comenzaba a limpiar- ahora intenta no gastar energías.
La limpieza fue larga y dolorosa. La sesión de suturas que le siguió fue igual en tiempo y sensación. Para cuando Ayn quedó lista, sólo era capaz de pestañear, respirar y responder con breves palabras.
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𝐅𝐨𝐫𝐞𝐬𝐤𝐞𝐥𝐭 [𝐑𝐚𝐬𝐦𝐮𝐬 𝐀𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬𝐞𝐧]
AdventureNo acudan a mí con la verdad. No traigan el océano si me ven sediento, ni el cielo si pido por la luz; traigan mejor indicios, un poco de rocío, una partícula, así como los pájaros llevan del agua sólo gotas, y el viento una brizna de sal. - Trust...