Revisó una última vez los estantes empolvados y rotos, no había nada.
Respiró profundamente intentando mantener la calma, una nube de pensamientos densos se había posado en el centro de su craneo nublando momentáneamente su juicio, pero el ruido de gruñidos a sus espaldas la hizo congelarse al instante.
Tragó en seco.
Giró su cabeza con lentitud y delicadeza, sus ojos verdes dieron con un par de pequeñas esferas brillantes que la enfocaban, esperaban que ella hiciera un solo movimiento para atacar, y si quería salir con vida sabía que debía hacer contar la única oportunidad que en aquel momento poseía.
Si sacaba el arma, se giraba y apuntaba lo más probable es que terminara muerta, solo tenía un intento. Pero fue lo bastante rápida e inteligente para recordar que la puerta a su lado izquierdo estaba abierta por completo, y que el pasillo estaba lo suficientemente vacío como para dejarla escapar sin que tropezara o chocara con algún objeto.
Recordaba la ruta que había recorrido y también que había una ventana rota lo suficientemente alta como para poder interponerle un obstáculo al animal que se disponía a atacarla.El animal comenzó a gruñir con más intensidad, su tiempo había llegado a su fin, pero como estaba tan decidida a escapar y seguir con vida, no lo pensó dos veces y comenzó a correr.
El perro iba pisando sus talones, ladrando y demostrando con sus ruidos y movimientos erráticos que estaba desesperado por comer algo.
"Más rápido o serás una croqueta canina" se repitió mientras apresuraba su paso, no estaba dispuesta a morir a causa de ese animal. "Solo un poco más".
La ventana al final del pasillo era como la luz al final del túnel, no sabía que habría del otro lado pero poco podía hacer sabiendo que estaba lejos de las escaleras para llegar al primer piso.
Con el miedo invadiéndola y el animal casi atrapándola, saltó.
Una sensación para nada placentera ascendió desde su estómago hasta su garganta, dejándole un nudo que parecía imposible de deshacer. Un grito dejó sus labios involuntariamente al ver su cuerpo volar momentáneamente y luego caer al suelo, cerró sus ojos por inercia mientras esperaba con temor el impacto de la caída, apretó cada músculo y fibra de su cuerpo esperando aminorar y resistir el dolor que llegaría dentro de pocos segundos. Se abrazó mentalmente en busca de fuerza para tolerar lo que sea que llegara con la decisión que había tomado, una decisión que en aquel momento parecía un completo error.
El golpe fue duro y seco. El sonido de lata abollada y cristales rompiéndose no fueron bienvenidos por su cuerpo, se sentía aturdida y abrumada por la ola de dolor que nacía desde su espalda y parecía ahogar sus pulmones.
Intentó respirar, no lo logró.
"Ahora moriré ahogada" se quejó. "Respira aunque duela ¡hazlo!".
Luego de un minuto intentando aminorar el dolor al aguantar la respiración, su cuerpo la obligó a abrir la boca ante la falta de oxígeno, cediendo a la necesidad de ventilarse y poder recuperar energía.
Una bocanada ahogada y llena de quejidos dejó su boca, amaba poder sentir el aire fluir por sus pulmones pero odiaba la sensación dolorosa que sufría su cuerpo, más precisamente su columna vertebral y coxis.
—¡Scheiße!
Maldecir no cesaba la sensación pero si hacía la situación más llevadera. La hizo sentirse un poco más positiva.
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𝐅𝐨𝐫𝐞𝐬𝐤𝐞𝐥𝐭 [𝐑𝐚𝐬𝐦𝐮𝐬 𝐀𝐧𝐝𝐞𝐫𝐬𝐞𝐧]
AdventureNo acudan a mí con la verdad. No traigan el océano si me ven sediento, ni el cielo si pido por la luz; traigan mejor indicios, un poco de rocío, una partícula, así como los pájaros llevan del agua sólo gotas, y el viento una brizna de sal. - Trust...