Oculto en tu mirada

Capítulo VIII. Quiero conocerte

Tom

♪♪End of the day-1D

El beso empezó lento y tierno, la tomé de la cintura y ella tomó de mi cabello. Mis labios la deseaban tanto. Mi fascinación por ella fue notoria al acercarla más a mí. Las famosas mariposas en el estómago no fueron suficientes para describir lo que sentí en ese momento.

Enredó mucho más sus manos en los mechones de mi pelo halando de ellos suavemente. Nuestras manos, labios y lenguas jugueteaban en sincronía. Desde ese momento sabía que no podría pasar demasiado tiempo sin sentir su tacto. Un contacto que enviaba una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

Nos separamos por falta de aire, le di un suave y tierno último beso en sus labios rojos y un poco inflamados.

—Realmente me gustas mucho—confesé acariciando su mejilla con uno de mis pulgares.

—Y tú a mí—contesto.

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Salimos de la casa en dirección a su residencia, en todo el viaje estuvimos escuchando música y cantando a todo pulmón. Treinta minutos después era momento de despedirnos.

—Todo estuvo increíble, me la pasé muy bien. Muchas gracias—me dijo sonriendo.

—Todo esto te lo mereces Jane, ten una linda noche.

Jane subió un escalón de las escaleras que se encuentran enfrente de su residencia y se acercó a mí. Selló mis labios con un beso de despedida que correspondí.

—Adiós Tom.

—Descansa Jane.

Y ahí vi a mi chica de vestido rojo (que hoy era azul) caminando hacia su habitación.

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—¡Buenos días bello durmiente! —escuché un grito cerca de mi oreja.

—Déjame dormir Edd—refuté.

—Quiero saber cómo te fue ayer—se acostó a un costado de mí.

—Y yo quiero dormir—me tapé la cara con la almohada.

—Vamos, es el derecho del mejor amigo.

—No.

—En verdad quiero saber.

—Agh—puse mis ojos en blanco mientras me quitaba la almohada que tenía encima y me sentaba en mi cama—la cita estuvo bien.

—¿Solo bien? —me sonrió de la manera en la él solo lo hace.

—Mejor que bien—confesé.

—¿Hubo acción?

—Nos besamos—susurré.

—Ay me siento como un crio de secundaria, ¿solo se besaron? No hubo más más acción, ya sabes—hizo señas con las manos que no me gustaría estar explicando en este momento.

—No, Jane es más que especial, no solo quiero acostarme con ella y olvidarla al día siguiente.

—No te hagas que lo hacías antes—me apuntó con un dedo acusador—. Qué bueno que tu cita fue buena, me alegro por ti hermano.

—Gracias, ahora déjame dormir un rato más—me acosté boca abajo y cerré los ojos.

—Voy a ver a Susy.

—Mmmmhhh—intenté dormir de nuevo.

—Y tal vez Jane esté ahí. 

Me paré tan rápido que me caí de la cama.