Capítulo XII. Sensaciones

9 3 0
                                    

Nota

Este es el único capítulo que contiene escenas sexuales que solo un mayor de edad debería leer. No es demasiado explícito pero solo quiero avisarles. Habiendo dicho esto. No me hago responsable si un menor de edad decide leer esta escena.

Si no te sientes comodx con escenas de este estilo pasa hasta después de estos símbolos +++, la conversación que tienen es importante y linda también, te recomiendo que la leas y le pongas atención. Disfruten de este capítulo :)

Jane


♪♪ Emerald Eyes- Anson Seabra

—...por todo eso, Jane Thompson, ¿me harías el enorme honor de ser mi novia?

—Tom ¡claro que sí!

Nos besamos, como nunca lo habíamos hecho, era una combinación entre ternura y deseo. Lo rodé con mis brazos y lo acerqué más hacia mí. Aunque el aire es importante para vivir, en ese momento era lo que menos necesitaba, solo quería besar a mi chico de los ojos hermosos una y otra vez. Quería tenerlo cerca de mí.

Estaba de acuerdo con Tom. Quería este sentimiento para siempre.

—Vamos—Tom me invitó a sentarme en una manta que había extendido en el suelo de madera.

Nos acostamos uno junto al otro viendo las estrellas llenar el cielo nocturno.

—Son hermosas—dije refiriéndome a las estrellas.

—Es una de mis cosas favoritas, ver las estrellas—confesó.

—Cada día aprendo más de ti.

—Yo sé todo de ti—bromeó.

—¿Estás hablando en serio? —cuestioné con una ceja enarcada. Continuando con la broma.

—Claro que no, todos los días sigo descubriendo lo maravillosa que eres.

—Definitivamente me saqué la lotería contigo—sonreí divertidamente.

—Yo soy el afortunado. Pensé que nunca te encontraría, pero aquí estás. Mi chica del vestido rojo.

—Mi chico de los ojos hermosos.

Ambos nos giramos para besarnos bajo esa manta de destellos en el cielo. Era el momento perfecto, aquí junto a Tom me sentía segura. Todo lo que conformaba mi vida dejó de ser importante, solo me enfoqué en lo que pasaba en este momento, besar a mi novio una y otra vez.

—Tengo otra sorpresa para ti—dijo extendiéndome su mano después de ponerse de pie.

Me llevó a una pequeña cabaña a un costado del mirador. Era realmente acogedora, solo iluminada por el fuego en la chimenea. Pero no había nada más.

—No entiendo—dije tímidamente.

—La sorpresa viene si quieres los mismo que yo—se colocó en mi espalda, apartó mi cabello hacía un lado lentamente y comenzó a besar mi cuello y sujetarme de la cintura.

Mi piel ardió inmediatamente con el contacto de sus labios con mi piel. El sabía lo que provocaba en mi cuerpo. No se detuvo, besó mi hombro, mi mandíbula, toda la piel descubierta. Sus manos viajaron por mi abdomen en movimientos suaves encima de la tela de mi vestido y se detuvieron cerca del elástico de mis pantis de encaje. Que estuviera cerca de esa zona me hizo estremecer, alteró todo en mi tan rápido que no me dio tiempo de pensar en otra cosa que no fuera terminar con él en esa cama junto a nosotros.

—Yo...yo... quiero—mascullé.

No faltó decir más, mi cuerpo lo decía todo. Me tiré en la cama y el se colocó encima de mi besándome apasionadamente una y otra vez. Lo que comenzó como pequeños besos sobre mi clavícula se convirtieron en lamidas y besos intensos. Lo tomé de la espalda baja y lo jalé a mí.

Oculto en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora