Capítulo V. Cariño

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Jane


Al principio la idea de que Tom me acompañara a todas mis salas no me había agradado del todo, no me malinterpreten, realmente me gustaba estar con él. Pero no quería perjudicarlo de alguna manera, a él realmente no le importaba, me lo repetía cada vez que le decía que no era necesario que me acompañara.

Aunque mi sentido de orientación no era muy bueno, mi memoria si, a los dos días ya sabía cómo llegar de un salón al otro. Pero a Tom no le importó, cada día al salir de mi sala lo primero que veía era al chico de ojos hermosos que me acompañaba a cada una de mis clases.

Un día entre nuestras tantas conversaciones me invitó a formar parte del equipo de soccer femenil, acepté porque realmente no tenía algo que me detuviera. Las pruebas del equipo de chicas serían el jueves de la primera semana y los resultados serían publicados el viernes. En verdad quería entrar al equipo y aunque no había mucho tiempo para prepararme tenía la necesidad de practicar un poco.

—Te ira muy bien, lo digo en serio Thompson, eres la mejor jugadora que conozco—admitió Tom

—¿A cuántas jugadoras conoces? —le pregunté.

—A bastantes, en verdad eres muy buena.

Estábamos caminando hacia una de mis clases, me quedé observando al chico a mi costado. Tenía una sonrisa de oreja a oreja y caminaba con una confianza asombrosa, como si estuviera seguro que podía comerse el mundo entero. Era una persona realmente carismática. De la nada me puse a pensar si realmente me gustaba Tom o si solo me atraía. Ni siquiera sé la razón, pero aquí estaba yo pensando en mis sentimientos segundos después de hablar sobre soccer.

Creo que no es solo algo físico, creo que va más allá. Su personalidad me encanta y también es muy divertido, me gusta pasar tiempo con él. Pero, ¿realmente eso es suficiente para decir que realmente gusta?

—¿En qué piensas Jane? —Tom interrumpió mis pensamientos.

—En soccer—mentí rápidamente—. Puedo practicar por 3 horas hoy y si mañana me levanto temprano para practicar antes de clases...

♪♪Bloom-The Paper Kites

No pude terminar lo que quería decir porque Tom me tomó de la muñeca y me jalo para que su cara quedara enfrente de la mía, estaba tan cerca que nuestras narices casi podían tocarse. Sus hermosos ojos se fijaron en los míos mientras tomaba mi cara con ambas manos. Este simple contacto redujo mi mundo a su suave tacto. Comenzó a frotar su pulgar contra mi mejilla.

—Eres la mejor jugadora que he conocido jamás. Confía en ti, yo confío en ti.

La sangre se dirigió a mis mejillas para tornarlas de un color rojizo.

—¿En verdad lo crees? —cuestioné con ilusión.

—Si, a parte estaré apoyándote todo el tiempo. Te dije que ser capitán del equipo de soccer tiene sus ventajas, podré estar en las gradas alentándote.

—Eres increíble, ¿lo sabes?

—Tú lo eres—dijo acortando la distancia cada vez más entre nosotros.

Pude notar como sus pupilas se dilataban por la cercanía de nuestros rostros. Baje la mirada a sus carnosos labios con la intención de mostrarle lo que deseaba en ese momento. Me sorprendí cuando el hizo lo mismo. Este sería nuestro primer beso y yo ya estaba fascinada por el simple choque de nuestras narices. Entreabrí mis labios esperando ansiosa un beso de su parte.

—¿Qué están haciendo? —interrumpió Bett—bueno perdón, realmente no me importa, adiós.

Cuando Bett se dio la vuelta, Tom ya se había separado de mí. Yo solo quería que me tomara de la forma en la que lo había hecho unos segundos antes. Deseaba que la escena anterior se repitiera una vez más, pero me decepcioné cuando Tom tomó distancia conmigo.

Oculto en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora