Oculto en tu mirada

Capítulo XVII. ¿Esa sonrisa que significaba?

Tom

♪♪Inolvidable-Ovy on the drums, Beelé

Domingo...

Lunes ....

Martes .....

Miércoles ......

Jueves.......

Viernes........

Las dos semanas sin Jane pasaron lento...

Verla reír, verla hablar con el resto de nuestros amigos, verla caminar por los pasillos de la universidad era doloroso. Yo no podía compartir esos momentos con ella, aunque quisiera.

Intenté que el ambiente no estuviera tenso cuando estábamos juntos, pero era difícil. Aunque Susy ayudaba mucho a que el ambiente no se hundiera en un silencio absoluto.

—...por eso creo que la inteligencia artificial nos destruirá—terminó diciendo Susy.

—Solo tú puedes convertir una conversación sobre cómo estuvo tu mañana en una reflexión sobre la inteligencia artificial—agregó Jane mientras comía una ensalada.

—Tiene sentido—dijo Bett.

—No lo sé, pero a mí me gusta mi Alexa y no la voy a dejar de usar—refutó Edd.

—Como tú quieras bebe. Pero si algún día llegan y te abducen el cerebro no te quejes—le respondió Susy.

—¡Pero dijiste que no se trataba de abducir cerebros!

En ese momento, el celular de Jane sonó, le había llegado un mensaje. Sonrió al ver el mensaje. Y se levantó tomando todas sus cosas.

—Me tengo que ir chicos, los veo mañana—terminó y salió rápidamente por la puerta sin mirar atrás.

¿A dónde iba?

¿De quién era ese mensaje?

¿Esa sonrisa que significaba?

—Por favor no la mates con la mirada, me cae bien y eso es difícil en una persona—Bett interrumpió mis pensamientos.

—¿Eh? —cuestioné confundido.

—Que me cae bien, Jane me cae bien—respondió Bett.

—¡Wow! Bett confesando que alguien le agrada—añadió Edd sorprendido.

Yo no podía poner atención a la conversación, mis pensamientos estaban en Jane y su repentina salida.

—No sé qué tiene, solo me parece una persona peculiar—Bett se encogió de hombros.

Sentí una mano sobre la mía. Susy se dirigió a mí.

—Oye, tranquilo. Está saliendo con Caleb.

—No lo entiendo Susy, sabe la verdad. ¿Por qué aún no me habla? —dije con tristeza.

—Dale tiempo, ella te quiere. Ya volverá a ser lo mismo de antes.

—Eso espero, los días no son los mismos sin ella.

—Estará todo bien, te lo prometo—intentó reconfortarme.

—¿Cómo estás tan segura?

—Porque he hablado con ella—dijo encogiéndose de hombros.

—¿Qué te dijo? —pregunté con mucha curiosidad.

—Tom eres mi amigo mucho antes que Jane, pero ella supo ganarse mi corazón y convertirse en una de mis mejores amigas. No te contaré nuestras conversaciones, lo siento—me respondió.