Capítulo XXVIII. Regreso a la misma historia

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Jane


La fiesta de cumpleaños de Tom estaba siendo todo lo que había planeado. La pasé muy bien en compañía de nuestros amigos y la familia de Tom. Perdí a mi novio por un segundo, pero no le di importancia, seguramente estaba siendo felicitado por alguno de sus familiares.

Estaba en la mesa de postres a punto de escoger algo que comer. Pero alcé la mirada y pude ver a abue Cecy, pálida, acercándose a mí.

—Escúchame bien mi niña—se quedó a un costado de mí y tomó mis dos manos—te tienes que ir de aquí.

—Abue Cecy, ¿te encuentras bien? Estas muy pálida—me preocupaba más su estado, realmente le pasaba algo. Ella negó la cabeza.

—Yo no importo ahora. Jane no te asustes—fijo su mirada en la mía—sé porque estás aquí, en California, siempre lo supe. Soy la única que lo sabe. No dije nada porque vi tu relación con Tom y sabía que eso era lo que ambos necesitaban, creer en el amor de nuevo.

›› Pero ahora, mi niña, tienes que irte antes de que él llegue, pensé que no vendría, pero me acabo de enterar de que está por llegar—sabía de quién hablaba, mi cuerpo se heló de solo pensar en el—dile a Tom que le tienes una sorpresa y llévatelo de aquí. Yo me encargo de la fiesta y de que Patrick no sepa que tu estuviste aquí. Vete ahora.

Mi cuerpo se heló al escuchar su nombre.

Pensé que estaba muerto, yo jalé del gatillo y lo dejé en el suelo, sin vida...pero al parecer, ese no había sido el final.

—Pero, ¿cómo sabes? No entiendo abue Cecy, pensé que había escapado de esto, pensé que esto se había acabado—comencé a llorar y no intenté detenerme.

—No hay tiempo para explicaciones, sé que tienes miedo—acarició mi mejilla suavemente—pero todo estará bien. Llama a este número—me entregó un papel doblado—, él te dirá todo lo que quieras saber.

No dije más, me dirigí a la salida del lugar. Comencé a buscar a Tom en el estacionamiento, pero no estaba ahí. Era momento de contarle toda la verdad, que se enterara por mí. Corrí por los jardines, decidida a encontrarlo y llevármelo de aquí, hasta que lo vi hablando con Blair.

—Bien, a media noche. Si no le cuentas tu secreto, lo hare yo. Y a Jane no le va a gustar eso ¿o sí? —dijo Blair

—¿Qué no me va a gustar? —pregunté confundida.

—Esa es mi señal, suerte cariño—Blair se acercó a mí y me susurró algo—, no te asustes cuando yo lo recupere—después se alejó de los dos.

—¿Tom? ¿De qué hablaba Blair?

—De nada, ¿regresamos a la fiesta? —intentó tomar de mi mano, pero la aparté.

—¿Qué no me va a gustar? —insistí.

—No es nada Jane.

"A Jane no le va a gustar" esas palabras solo tenían una explicación posible.

—¿Te acostaste con ella?

Realmente esperaba que la respuesta fuera no.

—¿Qué? No es eso, lo juro.

—¿Entonces qué es? —pregunté convencida por obtener una respuesta.

—No puedo decírtelo, al menos no ahora—bajo su mirada y apretó los labios.

—¿Es algo malo? Por eso no puedes decírmelo ¿verdad? —me estaba empezando a frustrar por todos los secretos en nuestra relación.

—No es así, Jane por favor regresemos a la fiesta—intentó tomar mi mano de nuevo.

Oculto en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora