Capítulo XIX. El puré de papas

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Tom


Por fin las cosas volvían a ser las de antes. Era como si nada hubiera pasado entre nosotros. Estábamos bien, realmente bien.

—No puedo creer que voy a conocer a tus padres—dijo Jane con nerviosismo.

—Tranquila todo saldrá bien.

—Pero, ¿Si estoy vestida para la ocasión? —miró el jumpsuit color verde oscuro que traía puesto.

—Te ves espectacular—le aseguré con una sonrisa.

—Gracias, pero ¿estás seguro que es el outfit adecuado?

—Estoy demasiado seguro.

Su jumpsuit tenía un escote no tan prominente pero que me hacía pensar en cosas por hacer después de la cena. Una sonrisa pícara salió de mis labios

—Pero...

—Solo es el día de acción de gracias, no es la gran cosa—la interrumpí.

—Quiero causar una buena impresión. Nunca había conocido a los padres de mis parejas pasadas.

—Te amarán—dije omitiendo la parte de los ex's.

—Repíteme quienes estarán en la cena por favor—pidió.

—Solo nosotros, mis padres y Abue Cecy. Mis hermanos no vendrán este año, cosas del trabajo. ¿Por qué quieres saberlo?

—Divide y vencerás—dijo riendo suavemente.

—Eres todo un caso pulga. Por cierto, ¿En verdad estuvo bien que no haya invitado Sara? ¿Tiene dónde pasarlo?

—Ella está bien. Fue a cenar con sus tíos, no viven muy lejos de aquí—me informó mientras llegábamos a la casa de mis padres.

Bajamos del coche y esperamos en la puerta, abue Cecy fue quien abrió.

—¡Oh queridos! Qué bueno que ya llegaron. Jane te ves hermosa—le dio un abrazo y me guiñó un ojo por encima de su hombro—, pasen por favor.

—Gracias—dijo Jane.

—Tus padres están en la cocina terminando la cena, vienen en un momento. Yo iré por el refil—levantó su copa de vino y se alejó de nosotros.

Fuimos al salón a dejar nuestros abrigos y Jane se quedó observando todo a su alrededor, viendo cada detalle, parecía que estaba buscando algo.

—¿Qué buscas? —pregunté.

—No hay retratos—respondió—, parece que es de familia la idea de no tener retratos.

—Oh eso. Mi mamá prefiere los cuadros—señalé las cinco pinturas que había en la habitación—, aunque si tenemos unos retratos arriba, en el cuarto de mis padres. Después te los puedo ir a enseñar.

—Solo se me hizo extraño—se encogió de hombros.

—¡Han llegado! Adam cariño deja el puré de papas. Tom y Jane ya están aquí—gritó mi mamá mientras daba saltitos de emoción en nuestra dirección—. Jane es un gusto, no tienes una idea de lo feliz que estoy de que estés aquí—la abrazó rápidamente—Tom tenía razón, eres tan hermosa. Por favor dime Emilia.

—Es un gusto...Emilia—dijo mientras terminaban su abrazo.

—Adam, cariño te dije que dejaras el pure de papas. Ven aquí a saludar a tus invitados.

—Voy voy—mi padre llegó rápidamente mientras se quitaba el delantal que tenía. Estrechó la mano de Jane—mucho gusto Jane, dime Adam por favor.

Oculto en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora