Capítulo 3

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Me quedo profundamente dormida.

Empiezo a soñar...

En mi sueño un hombre de ojos cafés, mirada penetrante y muy seductora me hace el amor.

Su mirada es tan penetrante, pero también muy excitante. Cualquier mujer caería a sus pies con tan sólo verlo a los ojos. Es el hombre más guapo que he visto, ¡por Dios! es bastante atractivo.

Besa sensualmente mis labios mientras acaricia mi cuerpo. Sus caricias y sus besos me han excitando. Han despertado una nueva sensación que jamás había sentido en mi vida. Una sensación completamente desconocida.

Baja por todo mi cuerpo hasta llegar a mi abdomen. Lo besa sensualmente, cuál si probará el dulce más delicioso.

Cegada por el deseo, me dejo llevar. Disfruto y arqueo mi espalda, cierro los ojos y suelto un leve gemido. Definitivamente estoy tocando el cielo.

Sigue bajando, hasta llegar a mi entrepierna.

Me está volviendo loca, sus besos encienden más el deseo y la pasión. Estoy ha su merced, puede hacer conmigo lo que quiera.

Estoy más que lista para entregarme a él.

Cómo si leyera mi mente, me abre las piernas e introduce uno de sus dedos a mi sexo, lo mueve masajeando mi clítoris.
¡Dios, mio!, Esto me encanta, es un maestro, sabe muy bien lo que hace, me muerdo el labio, mientras su dedo entra y sale de mi sexo, haciéndome gemir de placer.

Esto es tocar el cielo, se siente tan bien. Ya no puedo más, estoy lista para correrme.
Me corro en su mano,  estoy agotada por tan maravilloso orgasmo que he tenido. Eso ha sido fantástico, me ha encantado.

Ha despertado en mi interior nuevas sensaciones.

Aún no logro reponerme, cuando entra en mí y se empieza a mover.

Sus movimientos son lentos y sensuales. Yo disfruto, se siente tan bien, jamás había sentido algo así.

Lo veo a los ojos. En su mirada puedo notar el deseo y la lujuria. Sus pupilas están dilatadas,  está sudando al igual que yo, se ve tan sexi, tan varonil, tan...único.

Aumenta sus embestidas y mis gemidos retumban por toda la habitación.

No me importa, yo me estoy entregado a la pasión y al deseo.

Calla mis gemidos con un beso. Me besa con tanta pasión, con tanto deseo, con tanta lujuria.

Yo también lo deseo, la lujuria se apoderado de mí. En estos momentos no me importa que esté apunto de ser monja, estoy disfrutando y experimentado algo que es nuevo para mí. Algo que jamás en mi vida había sentido.

Y no puedo negar que me encanta...

Me encanta la forma en como me besa y como toca cada parte de mi cuerpo. Sus labios encajan perfectamente con los míos.

No cabe duda que esté hombre sabe cómo complacer a una mujer, es todo un Dios en la cama. Sus movimientos hacen rechinar la cama. Me sigue besando y yo gustosa disfruto de sus labios. De esos bellos y dulces labios.

Pero antes de que lleguemos al clímax,  despierto.

Despierto agitada y asustada, ¿Que demonios fue eso?, ¿Por qué tuve ese sueño?

Observo a mi lado y me doy cuenta que estoy sola en mi habitación, todo ha sido un sueño.

¡Un sueño!.

Lo sentí tan real. Como si realmente estuviera pasado, sentí sus labios, sus caricias, ¡Todo!

Toco mis labios, aún puedo sentir la sensación de sus labios sobre los míos.

Dulce Tentación ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora