Por fin se llegó el día.
Hoy es la bienvenida del padre Aurelio.
Terminamos de alistar todo.
La madre Leonor no ha vuelto a decirme que decisión tomó al respecto de su situación sentimental. Espero que haya tomado la decisión correcta.
Para la bienvenida a mí me tocó hacer la comida y el cartel con los niños, el cual ya está listo.
— ¿Ya está todo listo? — pregunta la madre superiora.
— Si madre—contestamos.Los niños tienen el cartel de bienvenida.
— Bueno, ahora solo queda esperar al padre — nos dice.
Asentimos, la madre va con las otras monjas a ver que más falta.
— Madre — me dice la madre Leonor.
— Dígame madre — la miro.
— ¿Puedo hablar con usted? — me pregunta.
— Por supuesto—sonrío.
— En privado.Asiento y le digo que vayamos a mi habitación.
[***]
— Bien, dígame — la miro y nos sentamos.
— Ya lo decidí madre — me contesta.Se ha que se refiere. Es sobre ese hombre.
— ¿Y que decidió? — le pregunto mirándola.
Aunque ya se cual será su respuesta.
— Hice caso a mi corazón y decidí que me voy con él, me voy con Esteban — me contesta muy segura.
— ¿Está segura? — Le pregunto.Aunque la respuesta es más que obvia.
— Si, muy segura — me asegura.
— Si es lo que dicta su corazón, pues entonces hace lo correcto — sonrío.Estoy feliz por ella. Si eso la hace feliz y es lo que quiere, pues adelante. Yo no soy quien para detenerla.
— Gracias madre — me abraza.
— De nada — la abrazo.Lo único que quiero es que la madre Leonor sea feliz y si es feliz con Esteban le deseo suerte.
Deseo que ese hombre la ame de verdad y que no juegue con ella. No soportaría verla sufrir, ella realmente está enamorada y espero que ese hombre también lo este.
Ella se merece ser feliz. Está poniendo en juego su hábito, su vocación por él, por su amor.
— Mucha suerte y que Dios la bendiga — le digo de todo corazón.
— Gracias madre — sonríe.
— Solo espero y ese hombre la haga feliz y no esté jugando con usted por qué si es así, tendré que hablar con él — le advierto.Y por su puesto que lo haré.
No soportaría verla sufrir y ver qué le rompen el corazón. Ella no se lo merece.
— No se preocupe, yo sé que me ama y yo a él, nos amamos de eso no hay duda — me asegura.
Ha encontrado el amor y solo me queda pedir a Dios que la bendiga, que la ilumine y sea feliz con ese hombre.
— Está bien, ¿Cuando piensa decírselo a la madre superiora? — le pregunto.
Eso es algo que me preocupa. Conozco a la madre superiora y se que no le gustará saber que la madre Leonor dejará el hábito y se va ir con un hombre.
— Tal vez está noche — suspira.
— Suerte, sé que la madre lo entenderá — le digo para animarla.
— Eso espero madre —vuelve a suspirar.Se que está nerviosa y si yo fuera ella estaría igual. La madre superiora es especial y pondrá el grito al cielo en cuanto la madre Leonor se lo diga. No puedo ni imaginar, pero solo pido a Dios que la madre superiora sepa entender y termine por aceptar su desición.
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Dulce Tentación ✔️
RomantizmElla, una futura monja. Entregada a Dios y con deseo de ser una servidora de él. Él, un hombre mujeriego con un pasado triste. Incapaz de creer en el amor y mucho menos en las mujeres. Para él todas eran iguales, solo las usaba. Todo eso cambia cua...