Dulce Tentación ✔️

Capítulo 14

Hoy vamos a ir a visitar a su padre, noto a Adrien un poco nervioso. Sé que para él no es fácil ir a su casa.

- Amor tranquilo, todo estará bien - tomo su mano y trato de que se sienta seguro.
- Gracias mi amor - sonríe y conduce.

Quiero que sepa que estaré ahí para él.

- No agradezcas, yo siempre te voy apoyar - sonrío y le doy un beso.

Llegamos a casa de su padre. Es muy grande y muy hermosa, hay un enorme jardín en la parte de enfrente.

- Llegamos - suspira.
- Relájate, todo estará bien - sonrío.

Adrien asiente y baja del auto. Me abre la puerta como un caballero.

- Gracias mi amor - bajo y le doy un beso.
- De nada - sonríe.

Tomo su mano.

- Vamos - sonrío.
- Vamos - sonríe.

Caminamos y Adrien toca la puerta.

Una mujer mayor abre la puerta.

- Oh por Dios - dice sorprendida la mujer y lo abraza - mi niño.
- Nana - sonríe y también la abraza.
- Mi niño, que milagro que viene - le dice.
- Lo sé, nana te presento a mi novia Leticia Ramírez- le dice abrazándome - amor ella es Anne-Marie - me dice.
- Mucho gusto - sonrío.
- El gusto es mío - sonríe - pasen.

Entramos a la casa.

- Anne-Marie, ¿Quién es...? - dice el señor Fournier bajando de las escaleras.

Pero se detiene al vernos.

- Adrien - dice sorprendido.
- Hola papá - sonríe.

El señor Fournier sonríe, camina hacía nosotros y lo abraza.

- Pensé que nunca volverías a esta casa - le dice su padre aun sorprendido.

No se lo podía creer.

- No te creas lo pensé - le contesta–quiero pedirte una disculpa por lo de ayer.
- Gracias - me dice el señor Fournier, le sonrío - hijo sabes que te quiero y no tengo nada que perdonarte - lo abraza.

Adrien corresponde al abrazo.
Sonrío al verlos abrazados y saber que todo está bien entre ellos.

Padre e hijo se han reconciliado.

- Vamos quiero hablar contigo en mi despacho - le dice el señor Fournier.
- Vamos - le contesta - ahora vuelvo amor - me dice Adrien y me da un beso.
- Si mi amor, no te preocupes - sonrío.
- Nana, te la encargo - le dice a Anne-Marie.
- Si mi niño, no se preocupe.

Adrien va con su padre y yo lo espero con Anne-Marie.

- Ven querida, ayúdame con el desayuno - me dice.
- Si claro - sonrío.

Voy con ella a la cocina y nos ponemos a preparar el desayuno, que son unos deliciosos hotcakes.

- ¿De dónde eres? - me pregunta.
- De México -le contesto.
- Oh qué bien, hermoso país - me dice sonriendo.
- Si.
- Me da gusto que mi niño haya encontrado a una buena mujer - sonríe feliz.
- Gracias.
- No agradezcas linda - sonríe - al contrario gracias por traerlo de nuevo a la casa.
- No agradezca, lo hago por qué ayer discutió con su padre y no quería que estuvieran molestos.
- Lo sé, ayer el señor llegó triste, no le gusta estar peleado con él, además quiere que él y mi niño Bastian hablen con su madre.
- Si, lo sé, por eso ayer discutieron, Adrien se niega hablar con ella y eso no me gusta, no me gusta que le guarde tanto rencor.
- Ni a mí - dice triste - por favor has que hable con ella, convencelo - me súplica.
- No se preocupe, en eso estoy - sonrío.
- Gracias - sonríe.
- ¿Cómo están las dos mujeres que amo? - nos pregunta Adrien entrando a la cocina junto con su padre.
- Bien - contestamos y sonreímos.