Dulce Tentación ✔️

Capítulo 25 (Capítulo Final)

Han pasado dos meses, Adrien está mejor, ya volvió a caminar. Eso es algo que pone muy feliz. También estoy feliz y agradecida porque mi hermana también ya puede caminar y tener la vida que tenía.

Tal y como Adrien lo prometió, pagó la operación de mi hermana y fue un éxito. Estoy totalmente agradecida con él, pero como le dije le daré una parte. No dejaré que el pague todo, eso sería abusar de su confianza y no quiero eso. Le daré la parte que tenemos ahorrada y la que tenemos de la kermés. Aunque no quiera se la daré, no quiero que piense que soy una aprovechada o que estoy con él por su dinero.

No puedo creer que ahora estemos por fin de nuevo juntos y está vez será para siempre. Nos hemos comprometido y pronto empezaremos con los planes de la boda. Aún no puedo creer que esto esté pasando, parece un sueño. Un sueño hecho realidad, estoy emocionada y muy feliz, nada me hace más feliz que convertirme en su esposa.

Eso es lo que más deseo. Convertirme en la señora Fournier y estar a su lado para siempre. Mi familia volvió a México, yo me quedé con el amor de mi vida, lista para empezar una vida juntos y está vez para siempre.

Adrien ya se está acercando más a su madre, plática más con ella y eso me hace feliz. Estoy feliz que por fin él y su madre se lleven bien, vuelven a empezar de cero. Sé que no es fácil pero tampoco imposible, ella no dejará de ser madre y él no dejará de ser su hijo.

Sigo ayudando al convento, ahora les doy catecismo a los niños. Mi tía Magda está feliz por mí, nos desea a Adrien y a mí lo mejor.

Sabe que estoy haciendo lo correcto, que estoy escuchando mi corazón y eso es lo importante.

Estoy en el convento dándole catecismo a los niños. Cuando de repente sale un mariachi y empieza a tocar, sale Adrien y empieza a cantar "SI NOS DEJA".

Yo estoy sorprendida. No lo puedo creer, esto...esto es hermoso.

Adrien sigue cantando y yo sonrió enamorada, realmente estoy enamorada de este hombre. La madre superiora y las demás madres sonríen.

Adrien termina de cantar y se arrodilla. Saca una cajita de terciopelo y la abre. En ella hay un anillo muy hermoso.

Estoy que no me lo puedo creer.

- Leticia, mi amor, sé que ese día en el hospital nos comprometimos, hoy lo quiero hacer oficialmente y ante todos, quiero que sean testigos de nuestro amor, es por eso que te vuelvo a preguntar, ¿Te casarías conmigo? - me pregunta sonriendo
-Acepto, acepto casarme contigo mi amor - le contesto feliz e ilusionada.

Soy la mujer más feliz del mundo y nada me haría más feliz que casarme con el. El hombre que amo.

El hombre que me ha demostrado que me ama realmente y que está dispuesto a cambiar no solo por mí si no también por él.

Adrien sonríe feliz y me pone el anillo.

- Te amo - le digo feliz y lo beso.

Hoy es el día más feliz de mi vida. Esta vez nada ni nadie podrá impedir que sea feliz con el hombre que amo, ni siquiera Salomé podrá separarnos.

Nuestro amor es más fuerte que nada.

Adrien me carga y da vueltas conmigo.

- Felicidades muchachos - nos dice el padre - les deseo lo mejor, que Dios bendiga su compromiso y próximamente su matrimonio.
- Gracias tío - le dice sonriendo Adrien.
- Gracias padre -sonrío.

Ambos estamos felices y muy ilusionados por casarnos y formar una familia juntos. Deseo convertirme pronto en la señora Fournier.

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