Voy con el padre Aurelio para confesarme.
Trato de olvidar a Adrien besándose con esa mujer.
<<Eso no me debe importar>>me repito y trato de olvidarlo.
- Padre.
- Dígame madre - me contesta.
- ¿Podría confesarme? - le pregunto.
- Si, claro.Vamos al confesionario.
- Dígame sus pecados.
- Acuseme padre por qué he pecado.
- ¿Cuáles son sus pecados?
- Acuseme padre porque he tenido sueños y pensamientos impuros.
- ¿Que sueños y pensamientos impuros? - me pregunta.
- He soñado que un hombre me hace el amor, lo he soñado dos veces y eso no es todo he tenido pensamientos impuros con ese hombre y no lo puedo negar me ha gustado, yo..... yo lo deseo -le confieso avergonzada.Tengo que ser sincera, decirle que me gustó, que deseo a ese hombre, pero lo que no puede saber es que ese hombre es su sobrino.
- ¿Lo conoce? - me pregunta.
Asiento.
No le puedo decir que el hombre de mis sueños y mis pensamientos impuros es nada menos que su sobrino.
¿Que pensaría de mí?, ¿Que pensaría si yo le dijera que ese hombre es su sobrino?, Simplemente no quiero ni imaginarlo.
- Madre, el tener esos sueños no es pecado, estaba dormida y no podemos controlar la mente en ese momento, sobre los pensamientos si es pecado, usted va hacer monja - me mira - y no puede tener ese tipo de pensamientos, recuerde que el Demonio es muy astuto y se vale de cualquier cosa para corromper a las personas y más a las que van a entregar su vida a Dios como en este caso usted, debe ser fuerte.
Asiento avergonzada. Me siento una mujer sucia que no merece ser monja.
- Sea valiente y no se deje tentar por el Demonio, de penitencia le dejo que rece, rece mucho madre, recuerde que la oración es la mejor arma contra la tentación - me pone las manos en la cabeza - yo la absuelto de sus pecados en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, amén.
-Amén - contesto.
- Vaya en paz.
- Gracias padre.Me levanto y voy hacer mi penitencia. Me inco y empiezo a orar.
Le pido a Dios que me de fortaleza y que no permita que caiga en tentación. Le pido que ya no tenga esos sueños yesos pensamientos que lo único que hacen es corromper mi alma e intentan alejarme de él.
No quiero volver a pecar.
Voy hacer monja. En un mes me recibo y le entrego mi vida a Dios.
Le pido perdón por los pecados que he cometido. Le pido que me ayude hacer una gran hija, una gran amiga y una gran servidora.
Se que no me pasará lo que a la madre Leonor.
Yo quiero ser monja, quiero entregarle mi vida a Dios y eso es algo que nadie podrá hacerme cambiar de opinión.
No lo hago por que no haya encontrado el Amor o por que me haya ido mal. Lo hago por qué realmente deseo ser monja, servir a Dios y al prójimo.
Quiero ayudar a los demás, mi tía Magda es monja, ella se recibió a mi edad.
Era joven como yo, lo hizo por qué ella lo quería, escucho el llamado de Dios.Dios la llamo a ser monja, a ser una de sus servidoras y gustosa aceptó. Ahora es su servidora, fiel a su vocación y a servir a los demás.
Así como mi tía, yo también quiero serlo, quiero ser monja y servir a Dios. Ayudar a los que más lo necesitan, llevar su palabra y acercar a las personas que están alejadas de él.
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Dulce Tentación ✔️
RomantizmElla, una futura monja. Entregada a Dios y con deseo de ser una servidora de él. Él, un hombre mujeriego con un pasado triste. Incapaz de creer en el amor y mucho menos en las mujeres. Para él todas eran iguales, solo las usaba. Todo eso cambia cua...