[VIII]

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El niño no tardó en notar que el Capitán América y Steve, el mejor amigo de su padre, eran la misma persona. Su astucia e inteligencia no estaba ahí por nada, además, su madre siempre le leía las historietas del Capitan América y las similitudes entre los dos hombres eran impresionantes, desde su forma de actuar, de hablar, sus discursos sobre moralidad e incluso las cosas que defendían con ahincó; y por alguna extraña razón, el joven Stark sentía como si conociera al hombre... hace tanto tiempo.

Un día no muy particular, mientras Steve y él practicaban beisbol, sacó a relucir su intelecto. La verdad, no era muy aficionado a los deportes, pero le gustaba pasar largas horas conversando con Steve, no lo hacía sentir solo como un niño sin opinión.

— Así que... —lanzando la bola— eres el Capitán América —comento el pequeño de 12 años. Steve no reacciono y la bola golpeo directo en su pecho, por supuesto que no le dolió.

— ¿Quién te lo dijo? —pregunto veloz— digo...

— Nadie lo hizo, yo solo me di cuenta —respondió con una gran sonrisa— no olvides que soy un niño genio, al menos eso dice mama —caminando hacia la escalera que daba a la casa

Steve rio por lo bajo— vaya, tengo que dejar de subestimarte —comento

— Creí que no lo hacías —señalándole la escalera para que se sentara a su lado

— Bueno, si —respondió tomando la pelota en el piso— y aunque no creas, pensaba algún día decírtelo, cuando tuvieras edad para comprenderlo...

— Ya entiendo cómo funciona la composición de un átomo y su implicancia en la energía radioactiva y crees que no lograre entender esto... —con orgullo en la voz

— Ya, está bien... ya entendí —respondió algo sobrepasado, mientras se sentaba a su lado— tampoco te subas tanto el ego, podría traerte problemas en el futuro, créeme... —riendo para si mismo con su propio comentario.

Tony asintió, pero ahora que tenía lo que quería, no perdería la oportunidad— esta bien, pero cuéntame —su voz denotaba emoción— ¿En verdad te colocaron un suero que te convirtió en super soldado? ¿En verdad eras así de delgado? ¿Es cierto que el tío James fue secuestrado por HYDRA? ¿Y es verdad que...

Steve lo detuvo— calma, calma... —contesta Steve— terminaras atorándote —entre risas— ya se, mira esto... —buscando en su chaqueta— esto te comprobara que todo es cierto —saca una fotografía y se la pasa— Peggy guardaba esa fotografía en su escritorio

— ¡Genial! —tomándola o mas bien, arrebatándosela de las manos— ¡Eras un debilucho! —mirando fijamente la fotografía, mientras suelta una risa cargada de burla

— Se amable —agrego Steve

— Que increíble —comparando al de la foto y al hombre que tenía en frente, era como estar al lado de un superhéroe— ¿Puedo quedármela? —sus bellos ojos pardos rogaron y Steve le sonrió con cariño

Suspiro rendido— está bien, es tuya...

— Estupendo, gracias... —volviendo a mirar la fotografía— quizás algún día yo también pueda inyectarme algo así, convertirme en superhéroe y proteger a las personas, salvar vidas y ser my famoso

El terror trato de dominar a Steve, pero este procuro calmarse, no podía mostrar reacciones demasiado evidentes, sin embargo, el miedo de ver ahora a este pequeño Tony convirtiéndose en Iron Man, un hombre que siempre estaba dispuesto a sacrificarse por los demás, así lo demostró en cada batalla, era una realidad que claramente quería negar. Si estaba cambiando todo el mundo y alterando la linea del tiempo, era precisamente para que Tony no tuviera que pelear ninguna batalla, para que no volviera a sufrir, a siquiera pensar en sacrificarse por otros y pudiera vivir feliz y a salvo el resto de su vida... al lado de su familia. Era la vida que se merecía, la que se había ganado.

A través del tiempo [STONY - ENDGAME]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora