Cena III

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Habia un poco de silencio en la mesa pero Trish estaba muy intrigada por el sonido que hizo la botella de sidra al ser abierta, miro con cierta curiosidad al joven que estaba sirviendo el contenido en sus copas, era nuevo en ese aspecto para la menor mientras que todo estaba callado, giro su rostro suavemente para preguntar con cierta gracia.

- Papi... que es eso....

Trish lo dijo susurrando acercándose un poco a su papá, el le sonrio y le tomo la mano suavemente, entendiendo su curiosidad.

- Se llama sidra, es de manzana y es como un refresco, pero mas fino... el señor Leone lo trajo para ustedes...

Pronuncio con voz suave y completamente calmado, haciendo que Narancia y Giorno se preocuparan por el, sabian que estaba inquieto.

Sus hijos eran bastante intuitivos, además siempre procuraban estar de lado de Bruno, asi que de cierta manera estaban alerta.

- Papi... me ayudas...

Trish guió su mirada a Bruno ya que estaba teniendo problemas para cortar un pedazo de carne que relativamente estaba un poco duro, Bruno tomo los cubiertos de Trish y le ayudó haciéndolos del tamaño de un bocado para ella, la pequeña sonrio y después de terminar de aquello la cena continuo sin el mayor problema, hubieron muchos intercambios de miradas entre todos los presentes pero aquello, por alguna razón no fue del todo incomodo.

Realmente entre el silencio y los ruidos de los cubiertos chocando con la porcelana las respiraciones se podian escuchar con clarides, era un poco incomodo pero estarian bien.

Al termino de la cena y con algunas copas encima Bruno se dispuso a limpiar un poco, Abbacchio noto aquello y sonrio tomando unos platos vacios que los alfa habian dejado en la mesa, parecian niños pero estaba bien, en ese momento estaban libres de trabajo.

- La cena fue deliciosa Bruno...

Comentaba Abbacchio mientras tomaba los platos.

- Permítame...

Pronuncio suavemente Giorno quien de manera cortez tomo los platos de las manos del peli plateado.

- fue un placer, espero que cada cena sea realmente buena para ustedes.

Aquello era verdad, estaba tranquilo y sonrio a Abbacchio de manera sincera, aun no podia creer que aquello estuviese pasando, pero de cierta forma estaba muy agradecido por todo.

- Bruno, ¿te gustaría tomar una copa de vino conmigo en el jardín?

Bruno miro de manera tranquila al mayor y accedió a tomarse aquella copa de vino, la noche aun era joven y debia de cierta manera obediencia a su contratista.
Mientras tanto Trish, Narancia, Mista y Fugo prácticamente se teletransportaron a la sala de estar, comenzarían a jugar pronto, eran niños disfrutando la situación.
Giorno se unio a ellos poco después.

Abbacchio y Bruno salieron al jardin, a decir verdad era muy hermoso, las luces decoraban de manera hermosa los arboles y habia tira de luces cerca del piso por lo cual siempre estaba iluminado, aunque cuando todos dormían las luces entraban en descanso.

- Gracias por la comida... No me cansaré de decir que tienes manos habilidosas...

Comento Abbacchio mientras servia una copa con el vino de una botella nueva que habia abierto solo para ellos.
Bruno aun estaba un poco incomodo por la situacion pero eso no evito que sonriera un poco, aun sentia que aquello era demasiado bueno para ser verdad, giro un poco la cabeza para mirar a la sala de estar, estaban los guardias personales de Abbacchio y sus niños entretenidos con videojuegos.

Antojitos Don BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora