Mansión

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Cuando bruno salio a la acera ya habia entregado las llaves de su casa, todo lo material no ensencial se habia quedado dentro de ese cuarto, pero estaba bastante decidido.

Llevando su caja de carton amarrada con un metate en su mano y una mochila negra en su hombro, era todo lo que el tenia, acompaño a sus hijos que estaban esperando por el, y por supuesto tambien le habia mandado un mensaje de texto a su doctor avisando de su cambio de domicilio ya que, el sabia de su verdadera condición y debia mantenerlo informado por aquella situación extraordinaria.

No tuvieron que esperar mucho en la acera ya que una camioneta negra con vidrios polarisados se estaciono frente a la familia, de pronto se abrio una de las puertas y salio Mista, al reconocerlo Bruno se sintio menos tenso de ver un rostro conocido, Mista se inclino suavemente ante ellos y abrio el maletero para que pudieran dejar sus maletas ahi, y despues entrar al auto de manera mas comoda, y asi fue, Bruno se hacerco y comenzo a dejar sus cosas dentro del maletero, viendo esto los chicos hizieron una fila para darle sus mochilas, no estaban muy pesadas, pero si tenian toda su ropa y cosas de uso personal.

Eran solo cuatro mochilas distintas y dos cajas de carton, era muy poco equipaje para cuatro personas, aun asi terminando de subir todo, Mista cerro el maletero y los invito a subir, siendo Trish la primera en subir, seguida por Narancia, Giorno y Bruno.

Estando todos arriba Mista subio a un lado del piloto en el asiento del copiloto y se puso su cinturón de seguridad, después de eso el auto comenzo su viaje, conducio por las calles hasta salir de Tepito, el transcurso era lento debido al tráfico que habia, asi que tardaron un poco mas en llegar al Pedregal, una zona de mansiones y casas de gente adinerada, habia mucho estatus en ese lugar, y pronto llegaron a la colina donde Abbacchio tenia su "pequeña casa" en mexico.

Pero como era de esperarse de dicha zona residencial tan exclusiva, la casa de Leone Abbacchio era impresionante. Esa casa era enorme. Bruno solo habia visto casas asi de grandes en revistas y tener una casa asi ante sus ojos era aun mas impactante, a tal punto que le hacia sentir pequeño. La casa de aquel temible alfa era sumamente bella, adornada con mármol y cantera de la mejor calidad, en tonos grises y con cancelería color negro, dándole un aspecto pulcro y elegante con los hermosos ventanales.

Se trataba de una enorme residencia con la gran cantidad de 6 habitaciones, las cuales contaban con su propio baño cada uno y por supuesto, vestidores. Un enorme comedor, sala amplia, la cocina de ensueño de cada chef, una sala de cine y otra de videojuegos, un estudio y tambien su propio gimnasio. Incluso la maldita lavandería era mas grande que el hogar de Bruno y sus hijos. Todos los acabados interiores eran de mármol y los muebles relucían en tonos oscuros de madera y color negro. La residencia estaba completamente automatizada, las persianas eran eléctricas y la luces se activaban con un sensor de voz.

Tambien tenía hermosos jardines. En la entrada habia una hermosa fuente de piedra y toda la vegetación era hermosa. A las afueras había lujosos autos deportivos en el estacionamiento techado. Y por supuesto, contaba con todos los lujos. Una piscina con una cascada artificial, jacuzzi y una cancha, todos a la vista de un enorme patio semi techado con un asador y sillones, mesas y sillas.La casa de servicio donde habitarían Bruno y sus hijos se encontraba en el patio, cerca de la piscina y la cancha. Y a pesar de la opulencia que desbordaba la residencia principal, la casa de servicio no dejaba de ser preciosa y sorprendente.

- wau.... - dijo Trish en voz baja.

Cuando se estacionaron frente de la casa un mayordomo abrio la puerta del vehículo para que pudieran desender de el, mientras que dos guardas abrieron el maletero para llevar las pertenencias de la familia a la casa donde vivirían.
Frente a ellos se encontraba Leone Abbacchio, los estaba esperando, Trish no se contuvo y miro al mayor peliplata para correr a el y poder saludarlo.

- Buenas tardes señor... - dijo Trish para después sonreirle a Leone quien correspondio su sonrisa.

- Bienvenidos, ustedes estaran con Bruno mientras el trabaje para mi, los guiare.

Comenzaron a caminar pasando dentro de la casa, ya que los guiaria de esa manera Bruno podria conocer la casa donde trabajaría, Leone queria que bruno fuera su cocinero y su asistente durante su estancia en su casa, pero el trabajo que le habia ofrecido era el de ama de llaves, de cierta forma Bruno tendria el control sobre las dos sirvientas y el mayordomo quienes ya trabajaban para Leone.

Los chicos y Bruno solo podian sorprenderse por lo que veian, todo estaba muy bello, los muebles, las mesas, el decorado, las estatuas, hasta que llegaron a la puerta que los guiaba a la alberca y a la cancha, asombrados siguieron caminando hasta quedar frente a una enorme casa, un poco más pequeña que la principal, pero era enorme para ellos.

Se trataba de una hermosa casa de dos pisos, con los mismos acabados en cantera, mármol y cancelería en color negro que poseía la residencia de Abbacchio. En la planta baja, dicha casa contaba con un estudio donde los niños podrían realizar sus tareas, un comedor hermoso donde podrían sentarse a comer cómodamente, sala sumamente amplia con una enorme pantalla y una cocina bastante lujosa, incluso la lavandería estaba techada y tenia un excelente tamaño, un jardín precioso en el patio donde se encontraban un par de juegos de columpios y resbaladillas y una fuente.

La planta alta contaba con 5 habitaciones de buen tamaño. Solo la habitación principal tenia su baño propio y el resto compartían baño a pares. Por fin cada quien tendría su propio espacio, su propio closet, una pantalla de buen tamaño y ademas podrían bañarse con mas calma a la hora que les diera la gana.

La casa de servicio ademas contaba con aire acondicionado y mas comodidades, como una terraza con un asador y automatización de persianas eléctricas y luces con sensor de voz, tal como en la residencia principal.
Y lo mas impresionante era el hecho de que esa hermosa casa seria completamente para Bruno y sus hijos. Era demasiado.

Las 2 sirvientas y el mayordomo, no vivian ahí ya que solo trabajaban por la mañana y se retiraban por la noche, dejando la casa de servicio completamente sola. Y al tomar la decisión de darle esa casa a Bruno Buccellati la habia mandado a amueblar. Todo en la casa era nuevo.

De hecho, incluso la cocina de la residencia se veía como si no hubiese sido tocada nunca. Y eso se debia a que Leone no comia en casa. El león italiano era sumamente cauteloso. No podia confiar completamente en cualquier empleado por mas leal que se demostrara. Un simple desliz y sus alimentos podrían ser envenenado.

- Bueno, esta sera su casa, ustedes podran tener las comodidades que quieran, entonces... Bruno puedes acompañarme por favor, los chicos pueden escojer sus habitaciones.

Leone dijo suavemente mientras caminaba a su casa de regreso.

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Buenas tardes

Gracias por estar aqui, y leer otro bello cap.

Debo de agradecer a ustedes por continuar y por seguir la historia.

Gracias a Abbacchio_Buccellati por su ayuda ♡♡♡

Antojitos Don BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora