El contrato

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Bruno siguio de cerca al alfa que entro a su casa y camino por unos momentos más hasta entrar a un despacho donde tomo asiento detras del escritorio y invito a Bruno a sentarse delante de este.

- Bien... Gracias por aceptar el trabajo, quiero que sepas que mi rutina cambiara gracias a ti...

Dijo Abbachio mirando en todo momento a Bruno, su mirada le provocaba un leve escalofrio al pelinegro asi que puso toda su atencion en escucharlo.

- Bruno tu contrato fue preparado por mi y mi abogado, te estoy ofreciendo las colegiaturas de tus hijos, una bella casa y un salario mensual, si quieres... -le coloco el contrato dentro de un folder color beige. - Puedes revisarlo con calma, pero requiero que comiences a laborar lo más pronto posible.

- Entiendo señor.

Bruno tomo el floder para poder abrirlo dejandolo en el escritorio para poder leerlo completamente, eran casi 5 hojas, bebia leerlo con cuidado, ya que el Señor Abancio le causaba desconfianza aun.
Leone por su parte se quedo mirando de vez en cuando al bello pelinegro sentado frente a el, estaba deseoso de poder tocarlo, pero aquello lo pondria en mala posicion y le daría una pesima impresión a el beta, en verdad todo cambiaria, simplemente podria comer en su hogar y estar saliendo lo menos posible y podria descansar.

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En la sala de estar de la enorme casa donde acababan de llegar, se eoncontraban los tres chicos sin saber que hacer, no sabian por donde comenzar a mirar, todo era nuevo y real mente aquella casa era 10 veces mas grande que el cuarto de vecindad donde vivian y dormian todos juntos.

- uhm... - Trish estaba haciendo ese ruido leve.

- ¿Que pasa Trish? - Narancia le pregunto a Trish acercándose a ella, sentándose a su lado de donde se encontraba ella en un sillon de la sala. - ¿Te sientes mal?..

- Nopi... pero... esperamos a Papi para poder ver la casa, es muy grande... - Trish recosto levemente su cabeza en el hombro de su hermanl mayor.

- estoy de acuerdo peque... ¿Te sientes incomoda verdad?. - Narancia comprendia un poco ese sentimiento, los ultimos años que vivio en la calle lo hizieron apreciar el calor de una cama y a la vez, la casa de Bruno en la vecidad siempre se le hizo muy grande para el, al inicio le costo un poco acostumbrarse. - Todo estará bien peque... estamos juntos y con papá tambien...
Trish sonrio y lo abrazo, en ese momento Giorno comenzo a investigar el primer piso de aquella casa, era bastante extensa incluso le costo un poco encontrar la cocina, tardo un poco pero al entrar quedo sorprendido de lo grande que era, la isla en medio de la habitacion era espaciosa y muy bella, habian anaqueles y la campana sobre la estufa, y un amplio lugar para preparar alimentos, giro un poco la vista y encontro un refrigerador sumamente enorme de dos puertas, dudo un poco antes de abrir una de las puertas, pero lo hizo y se quedo sorprendido ya que estaba lleno de verduras y diversos ingredientes, incluso paquetes de carnes distintas, pollo y pescado, estando un poco nervioso se aventuro un poco y cerro la puerta para abiri un cajon de bajo de esta encontrando productos congelados entre ellas paquetes de paletas de hielo, helados y frutas congeladas, suspiro levemente y calmo sus nervios, tomo un paquete de paletas de fresa Solero de Holanda y saco solo tres paletas, las puso un momento en la isla para regresar la caja a su sitio, cuando lo hizo se puso de pie nuevamente, tomo las paletas y regreso a la sala de estar bajo sus mismos pasos, poco tiempo después miro a los dos chicos que habian prendido la enorme plasma para ver la televisión en un canal de caricaturas y peliculas para niños, sonrio y les dio sus paletas, estarian los tres solo en la sala mientras esperaban el regreso de Bruno, sin embargo Giorno se sentia un poco mal, tenia calor.

- ... - Giorno se levanto de su asiento y camino hacia el patio que estaba casi frente de ellos solo habia una puerta de cristal corredisa, la abrio y salio quedando cerca de un columpio y se sento ahi, comiendo su paleta de hielo mientrad miraba el cielo, de pronto se sorprendio un poco al ver a Mista entrar a su patio.

Antojitos Don BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora