Nuestra realidad

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Al entrar a su casa bruno decidió calentar un poco de agua para tomar un baño, tambien Trish y los demás, debian bañarse pero primero antes de dormir como era su costumbre, pero antes tendria que poner el agua con el calentador de resistencia para que fuera mas rapido que ponerla en la pequeña hornilla que tenian como estufa, coloco una cubeta de 20 litros de agua en el suelo y conecto la resistencia que ya estaba dentro del agua a un toma corriente, de hecho tenian 2 y uno no servia, un foco que alumbraba toda la habitacion y una cama matrimonial que todos compartian, que podrian llevarse con ellos si se mudaban, tenian una mesa pequeña donde hacian las tareas, un pequeño refrigerador destartalado, la alacena donde tenían algunos comestibles, un ropero donde guardaban sus ropas y cosas personales, los libros y revistas que usaban para estudiar y también una televisión muy vieja que nisiquiera servia bien, estaba viendo su hogar de manera muy seria, seria mejor que con lo que el hombre le habia pagado antes comprara muebles para su nueva casa donde estarian mientras el trabajara para el mayor, tambien deberia ahorrar todo lo que pudiera para que cuando se fuera o lo despidieran pudiera continuar con ese estilo de vida, seguia preocupado por eso, Trish estaba buscando su ropa para bañarse al igual que los otros dos jovenes, asi que se dispuso a hacer lo mismo, entraban en pareja al baño comunitario de la vecindad, de hecho era muy pequeño y apenas cabian pero no podian ir solos y mas por la tarde noche, bruno entraba con Trish y Giorno con Narancia, estaban acostumbrados a eso asi que estaba bien, al hervir el agua tomaba otra cubeta de 20 litros y ponia la mitad del contenido en la otra cubeta y de esa forma tenian 10 litros de agua que podrian enfriar in poco para poder bañarse de manera correcta, los primeros en ir fueron Narancia y Giorno dejando a Trish y Bruno en la habitacion, poco después Bruno coloco nuevamente otra cubeta con tres cuartas partes de agua para el y Trish.

- Papá, el señor abancio es buena gente, nos llevo a muchos lugares hoy!

- ¿Enserio lo crees mi niña?

- Sipi, además no se molesto conmigo, y comimos muchas cosas muy ricas, fue un lindo diaaaa y VI ARDILLAS!!!!

- jeje...

-son chiquititas siempreeee!!!

- Si mi princesa...

Bruno sonrio un poco ya que Trish aun se encontraba un poco alborotada por todo, pero era maravilloso verla sonreir y jugar, tenia muchas energias de sobra eso le hacia sentir feliz por que tenia una infancia plena, pero Bruno aun se encontraba pensando en como hiban a reaccionar los chicos al saber que se irian de ahí por que Bruno entraria a trabajar de planta en una casa de ama de llaves en dos dias, estaba muy nervioso por eso, pero estaba convencido de que seria un mejor futuro para ellos, tener la oportunidad de estudiar en una escuela, tener mayores comodidades y quizas una habitacion propia era lo mejor para ellos y su desarrollo, cambiaria mucho sus vidas, realmente podria ser algo bueno para todos. Cambiaria su futuro de manera radical, se alejarian del lugar que los hizo sufrir.
Bruno estaba muy preocupado por lo que se podria aproximar, tan absorto estaba en sus pensamientos que no noto que el agua ya estaba hirviendo, hasta que entro Narancia a desconectar el agua.

- Padre, ¿estas bien?...

Narancia le toco el hombro al preguntarle aquello claramente podian notar que algo no estaba bien.

- Narancia tiene razon, ¿pasa algo papá?

Bruno levanto la mirada y les sonrio de manera tierna para trarar de tranquilizarlos, pero estaba bastante preocupado.

- Hablemos despues de que me bañe con Trish de acuerdo, Narancia y Giorno quiero que me escuchen por favor.

Los dos chicos se miraron entre si, aquello era muy inusual ya que nunca lo habian visto asi, de aquella manera, asi que asintieron y dejaron que saliera de la habitacion con Trish y la cubeta de agua caliente y una vacía que llevo Trish.
Estando los dos omega en la habitacion tomaron asiento un momento, pero Giorno se levanto y coloco una pequeña olla con agua para poder servirle una taza de té a su papá.

Antojitos Don BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora