Antojitos Don Bruno

Mi familia

Una tarde de sábado se disponian a salir ya que tenian tiempo que Bruno decidia no salir a trabajar, era un dia de descanso especial para todos asi que podrian ir a algun buen lugar para relajarse un poco, tepito era un lugar cerca de el Zócalo capitalino de la Ciudad de México asi que no tomaba mucho tiempo poder ir a algun sitio bonito en donde pasar el rato, casi habia pasado una semana desde que el Alfa de pelo gris habia ido a su pequeño local y solo habia aparecido nuevamente a media semana, de repente...

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- Princesa manos de porcelana... esperó me hayas extrañado...

Dijo el alfa con sus acompañantes entrando a ocupar de nuevo esa mesa de plastico con las sillas que habia utilizado no hace poco, tenia un rostro diferente y estaba aun más deseoso de saber mas del "beta" de cabello negro y ojos azules que no se podia sacar de la cabeza

- qué sera lo que me ofrezcas hoy...

Bruno estaba realmente nervioso, aun no superaba el hecho de que ese hombre misterioso le hubiera pagado una cantidad exorbitante para lo poco que habian consumido ellos tres juntos ese dia, pero aun asi se hacerco a ellos con las notas en la mano y miro a los ojos de Leone, armandose de valor...

- Puedo preparar lo que usted guste... y... pude conseguir Tequila de excelente calidad, temia no poderle ofrecer algo más que cerveza fria y limon...

Dijo completamente sincero, de alguna manera sabia que el mayor regresaria a su humilde local, estaba realmente nervioso y nuevamente las hormonas alfa lo ponian ansioso de que se fuera rápidamente.

- Puede escojer lo que quiera del menú...

Dijo Bruno mostrandole una pequeña carta hecha a mano por sus niños y estaba plastificada de manera pulcra ya que la habia llevado a la papelería para poder conservarla y usarla más tiempo, Leone se limito a mirarla con una ceja alzada, sin duda era bonita pero infantil por los dibujos que contenia, aunque la caligrafia era pulcra, no tenia de que quejarse, aunque los precios estaban ahi lo sorprendio por lo bajo que eran, realmente Bruno no era mala gente.

- Bien...

Leone miro la carta y después se la paso a los otros dos, tendrian la libertad de escojer un platillo de su gusto, aunque los tres al final comerian lo mismo.

- Yo quiero una orden de tacos dorados... iguales a los de la ultima vez...

Pronuncio el peliplata con un leve sonrojo en su mejilla, queria probar su sabor nuevamente, Fugo y Mista solo señalaron los platillos, Fugo mostro del menú un pambazo y Mista las quesadillas de pollo y huitlacoche, parecian muy reservados y preferian no hablar delante de Bruno.

- Por cierto... quiero cerveza fria al igual que a ellos tambien, y tres platos de "pancita"?

Pronuncio lo ultimo casi como pregunta a Bruno el cual solo asintio.

- En un momento preparo su orden...

Dijo para ir por la bebida que habia pedido y poder servirla al igual que la ultima vez, todo denlante de ellos para evitar cualquier problema y que le pudieran reclamar o hacer algo. En esta ocacion tenia los ojos del peliplata clavados en su ser, mirando cada movimiento y expresión de su cuerpo buscando algun tipo de debilidad, pero no encontraba alguna ya que realizo su tarea con calma y perfeccion al igual que la ultima vez. Bruno se retiro con un leve temblor en las rodillas y se dirigio a la parrilla para poder realizar el pedido de los alfa.

- Papá... - pronunció narancia suavemente para evitar ser escuchado por los presentes - ¿porqué si el esta aqui, no hay mas clientes?..

Pregunto de manera suavesita como el murmullo de un ratón casi inaudible, esperando una respuesta de su amado padre, mientras estaba ayudando a Bruno a preparar los platos, pero en el fondo algo llamaba la atencion del muchacho por el peli rubio que acompañaba a aquel peligroso alfa ya que este lo habia tratado bien la ultima vez que se vieron, Fugo le sonrio levemente a Narancia y eso fue lo que le cautivó de el.