Antojitos Don Bruno

Salida (parte 3)

Trish estaba muy sorprendida por lo que paso, solo estaba sonrojada tomada a la playera de su padre, y escondio su rostro un momento en su espalda, hasta que Bruno comenzo a andar, parecia caminar pesado asi que trato de tomar su mano pero noto como las manos de su papá estaban en su pecho una encima a la otra.

- Papi... ¿me cargas?

Bruno estaba en otro planeta o algo porque no le hizo caso a su pequeña durante unos momentos, lo que molesto a la niña, y camino haciendo pucheritos hasta que miro a Abbacchio quien tambien tenia la mirada enamoradiza fija en el cuerpo de Bruno asi se solto de su agarre y camino hacia Giorno.

- Papá no me quiere cargar, Giorno.

Trish le puso una carita de pena y Giorno le acaricio la cabeza suavemente, para tomarle la mano y caminar junto a ella siguiendo a Bruno.

- Entonces yo tendre que llevarte, hermanita, ¿te parece?

- si si si... - brincoteo Trish de mano de giorno

Giorno queria mucho a Trish, de hecho de cierta forma le recordaba a el de niño, pero queria que Trish fuera una niña feliz, y que nunca le pasara lo mismo que a el.

- Princesita, quieres algo, recuerda que ahorre mucho en nuestro puerquito y podremos comprar algún dulce hoy porque tome un poco de dinero de el.

A Trish le cambio la mirada a una de admiración y asintio, realmente era muy cuidada por Giorno, parecia una mamá para ella, pero sabia que solo podia ser su hermanito porque Bruno solo lo queria como hijo, aun asi Giorno trataba de consentir a la pequeña, le compraba algun dulce a la entrada o a la salida de la escuela y en casa siempre estaba todo limpio y ordenado, Giorno hacia las tareas del hogar mientras bruno y narancia trabajaban y estudiaba con sus libros y guias para hacer su examen para preparatoria, asi que bruno le recompensaba por aquello con un dinero a la semana que guardaba por si pasaba algo en su casa.

- ¿También compraremos galletas y podremos alimentar a las ardillas?

Trish realmente queria hacer eso y le llenaba de esperanza el quizas poder hacerlo, sonrio mientras brinconteaba de la mano de Giorno, hasta que llegaron al museo, tenian que pagar la entrada y como trish era pequeña y tenia credencial de la escuela al igual que Narancia y Giorno les dieron un descuento y al pasar esto Abbacchio de nuevo pago por la entrada, realmente Bruno estaba a punto de pagar las entradas pero Abbacchio no lo permitio.

- Bruno, no tienes que preocuparte por hoy, ¿si?

Dijo Abbachio para darle las entradas a cada uno de los presentes para poder acceder al resinto, era hermoso, era la primera vez que la familia de bruno y el podian entrar a ese museo, la vez tenia que ver con una tarea que le habian dejando a Narancia y tendrian que ir, ya que la exposición pronto iba a acabar, caminaron por las galerias del primer piso y entraron a la galeria de Tetzáhuitl, era hermoso y habia mucha gente que podia ver las pinturas o esculturas de esta epoca de la historia en mexico, realmente era un museo enorme pero en esa ocacion irian a esa exposicion y dos mas antes de salir, ya que Trish queria ver flores y alimentar ardillas y estas tienen mas confianza con las personas en las tardes y en las mañanas.

Al caminar un poco Abbacchio noto que bruno aun continuaba con un sonrojo en sus mejillas y un suave aroma a vino tinto llego a sus fosas nazales, acaso se estaba equivocando, o fue que el aroma se le quedo impregnado del Bistro.
Penso un poco antes de actuar pero fue tarde, ya que bruno parecio estar bien después de tomar un poco de agua, quizas fue el calor, su registro claramente era el de un beta, con omegas en su familia y la pequeña Trish que aun no mostraba algun genero secundario, aquello fue un completo enigma para el mayor peliplata.