Domingo

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Esa noche de domingo Bruno no pudo dormir de manera correcta así que cuando llegaron las 3 de la mañana Bruno se levantó de la cama tratando de no levantar a narancia evitando perturbar su sueño.
Así que salió de la cama para poder cambiarse de ropa ir a su local estado muy consternado por todo lo que iba a pasar tenía miedo de cierta manera era perder la mitad de su vida pero salio de su casa y caminó hacia su local entrando por una pequeña puerta en la cortina de acero de esta manera entró prendió las luces estás en tu momento en una esquina de su local pero aquello no pasó desapercibido había un hombre que había sido ha mandado por Abbacchio para que cuidara a Bruno de esta manera le avisaron que él estaba en el local completamente solo.
Aun siendo esa hora de la madrugada Abbacchio salió para el local solamente con su chofer y el carro negro de lujo tenía toda la intención de hablar con Bruno por que se estába comportando raro.

Fue esa la razon por la que acudió a el lugar donde estaba Bruno, sin en cambio Bruno se encontraba sentado con la botella de tequila abierta junto a un par de limones y un salero tomo un caballito y comenzó a tomar nunca lo había hecho de hecho era la primera vez que él bebía alguna bebida alcohólica quizás esa manera era su forma de calmar su dolor, su tristeza y también sus sentimientos de angustia e incertidumbre, comenzó a beber uno tras otro no era una persona que le gustaba hacer escándalo así que simplemente se limito a beber pasó casi una hora y la botella de tequila casi estaba vacía de repente un sonido llamó su atención era alguien que estaba tocando la cortina y al escucharlo hablar supo quién era inmediatamente

- Bruno... puedo hablar con usted...

Bruno escucho aquella voz detras de la cortina de acero, estaba nervioso pero se levanto de su silla tocandolas cosas de su ardedor para que pudiera llegar a la puerta sin caerse y por ende lastimarse

- sheñol... señor abancio... que, que quiere...

su voz lo delato, estaba completamente ebrio y era bastante preocupante de cierta forma, su registro decia que ninca habia tomado alguna droga de cualquier tipo incluso alcohol.

- quiero hablar contigo bruno.

Insistio Abbacchio ya que estaba preocupado de cierta manera, el peliblanco estaba enamorado de el, le preocupaba que pudise lastimarse

- porque... acepte... trabhajar para usted... qie mash quiiere...

la puerta se mantenia cerrada hasta que se oyo un leve "clic" y se abrio detras de la puerta se encontraba Bruno con la mirada un poco perdida y con el rostro y las orejas rojas, se veia lindo apesar de que estaba ebrio, Abbachio entro y poco despues la puerta se cerró de tras de el, estaban los dos solos dentro del local.

Tan pronto como entro Abbacchio abrazo de manera protectora a Bruno quien no opuso mucha resistencia a decir verdad ese era su primer hacercamiento corporeo que tenian, el peli plata no pudo o ocultar por mucho tiempo aquel miembro que se habia erectado bajo su ropa, asi que separo un poco el cuerpo de Bruno de el.

- Quiero tu bienestar... ¿por qué estas bebiendo? Eres un chico muy sano, no deberías hacer esto...

- Peroh... no estoY borracho... dejame...

Bruno se alejo del peliplata y camino arrastrando las piernas hasta donde estaba la botella de tequila.

- Porqueh... por que vi-no... no tengi nada que pueda... *hipo* comer...

- Bruno, me contaron que parecias como si quizieras escapar...

- *risa leve* quien pitos fue el qie dijo tremenda... pendejada... que chinge su madre... esmas... ¡dine quien fue para partirle su mamdarina en gajos!

Abbacchio estaba muy sorprendido, sabia que Bruno era de una localidad donde las malas palabras eran comunes pero nunca espero oirlas de su boca, se quedo pensando unos momentos, pero se hacerco a el para quitarle la botella de tequila de las manos.

- Damelah culero...

Bruno le intento dar un puñetazo pero la poca fuerza en sus piernas lo traicionaron asi que cayó de rodillas al suelo, Bruno se quedo sorprendido y comenzo a llorar como un niño de tres años.

- ¿Bruno?...

Abbacchio no terminaba de compfender que estaba pasando pero se acerco al menor de pelinegro que estaba de rodillas al suelo llorando, realmente no comprendia nada asi que solo se limito a tomarlo y cargarlo para poder sentarse con bruno encima de las piernas, aquella pose parecia cómoda, Bruno estaba acomodado con su cabeza en el pecho de Abbacchio, escuchando sus latidos comenzo a respirar sintiendo su aroma, aquellas hormonas alfa eran deliciosas para el, olian vino como el  que habian pedido en el bistro, solo probo un poco pero su sabor no se le olvido era un aroma fuerte y penetrante pero no le molesto para nada.

- Señol... señor abancio...

- es Abbacchio, Bruno... ¿que pasa?

- hueles... hueles muy rico... abbaciio...

El pelinegro subio su nariz al cuello del mayor haciendo que ese se sonrojara, pero evito moverse para no asustar a bruno.

- te gusta...

- si...

Abbacchio estaba un poco confundido ya que no se habia puesto alguna colonia pero si estaba segregando hormonas muy leves, si el beta de sus brazos estaba comodo era raro.

Bruno se composturo un poco y se hacerco a los labios de Abbacchio para besarlo de manera suave juntando sus labios por unos segundos, solamente eso, pero Abbacchio estaba caliente, asi que abrio la boca levemente abriendo tambien los labios de bruno para poder introducir su lengua a la cavidad bucal del menor deslizandola buscando la contraria para comenzar un beso frances apasionado, dejando sonidos humedos por el local, hasta que Bruno coloco sus manos en los pectorales del peliplata para poder separarse y poder respirar, aquello lo habia dejado sin aliento, regreso a su postura encargándose suavemente en el pecho de Abbacchio, respirando suavemente y cerro sus ojos, lentanente de estaba quedando dormido gracias al latido del corazón acelerado de Abbacchio y su respiracion rapida.

- Me gustas... abancio...

Abbacchio quedo sumanente sorprendido, y estaba con una ereccion entre sus piernas asi que trato de tener un beso mas de los labios de bruno y tocarlo un poco pero noto que se quedo dormido asi que respeto aquello, solto un leve suspiro de molestia pero lo dejo dormido encima de el, jalo un poco su gabardina para cobijarlos y cerro sus ojos recargando suavemente su barbilla en la coronilla del menor, sintiendo su aroma.

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Que onditaaaaaa

Llego el lesheroóo

Llego cantando

La lesheeeeeee

Okayno

Sorry tengo sueño jijiji

Gracias por segir conmigo

Hastala proczima

Antojitos Don BrunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora