Magnetismo

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HOLA A TODOSS! ESTE ES EL ONESHOT QUE ESCRIBI PARA EL ULTIMO DIA DE LA SEMANA LEVIHANN.


La tematica era "trajes tipicos" de nuestros paises y, siendo argentina, se me ocurrio que no habia nada que nos representara mejor que nuestra camiseta. En este oneshot, ni Levi ni Hanji son argentinos, pero se les da la "casualidad" de ir a ver juntos un partido de la seleccion. Espero que les gustee!


Desde ya, enormes gracias por todo el apoyo y cariño de siempreee. Lo valoro y aprecio mas que nadaa.


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A Levi no le gustaba mucho la gente. En realidad, no le gustaba cuando la gente se agolpaba en grupos enormes. Tampoco le gustaban los ruidos fuertes y estrepitosos, ni rozar los cuerpos sudorosos de desconocidos. Ahora que lo pensaba mejor, no tenía ni idea de por qué mierda había dejado que Mike lo convenciera de acompañarlo a ver el partido. ¡Mike ni siquiera estaba allí! Se había disculpado con alguna excusa barata y le había regalado su entrada a Hanji, la científica loca amiga de Nanaba. Se había topado con ella un par de veces en alguna que otra fiesta, pero lo cierto era que nunca habían llegado a hablar mucho. Iniciar conversaciones no era precisamente lo suyo.


Quizás por eso cuando Mike le hubo aconsejado que se tomara esto como una especie de cita, Levi no había podido hacer más que lanzarle dagas con los ojos. Ahora, casi pasados los quince minutos del primer tiempo, comenzaba a creer que el muy imbécil le había cancelado a propósito, que lo tenía todo planeado desde un principio sólo para molestarlo. Suspiró, irritado. Ya iba a pagárselas más tarde.


Su mitad del estadio era una vibrante marea celeste y blanca; algunos llevaban los colores pintados en la cara, otros ondeaban banderas saltando salvajemente encima de las gradas. Todos cantaban a gritos cosas que Levi distaba de entender, pero que suponía eran obscenas. En frente suyo, los fanáticos brasileros actuaban no tanto menos descerebrados.


-Tch, idiotas. - murmuró para sí. No estaba seguro de qué podía resultar tan emocionante acerca de once tipos corriendo detrás de una pelota. No obstante, tampoco era como si pensara darle demasiadas vueltas al asunto.


Miró de reojo a Hanji, que estaba parada justo a su lado, tan centrada en el juego que durante el último rato apenas sí había reparado en su presencia. Su cabello castaño caía rebelde desde la media cola en lo alto de su cabeza, y una sonrisa amplia decoraba sus labios. Llevaba una camiseta algo ajustada a tono con sus pantaloncillos de fútbol, y tenía dibujadas dos banderas de Argentina; una en cada mejilla. La había pasado a recoger en su coche viejo, y durante todo el camino la había escuchado parlotear sin parar acerca de las formaciones de los equipos y las estadísticas de los jugadores.


- ¿Sabías que el número veintidós estuvo lesionado gran parte del torneo y hoy le pidió especialmente al entrenador que lo dejara jugar? - se inclinó para susurrar en su oído, haciéndose escuchar por encima del bullicio. Levi buscó en el campo al hombre que Hanji estaba señalándole y se encogió de hombros.


-No, no sabía. - repuso. Sus ojos trazaban atentamente el recorrido de la pelota; desde el tal veintidós a un morocho que aparentemente se apellidaba "De Paul", y de De Paul a Messi.

Segunda Oportunidad [Levihan Oneshots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora