Sábado en la nocheDespués de todo lo que había pasado el día anterior en la noche de películas estaba mucho más animada de lo normal. Me ponía mi vestido negro de flores y mis típicas deportivas blancas, me rizaba las pestañas e iba a llamar a Eilean para saber porque no había venido a por mí, sin embargo no fue necesario porque en ese momento llamaron a la puerta, vi su rostro brillante y sentí su perfume, el que había usado el primer fin de semana, sí que le gustaba alternar los olores.
—Que linda está mi niña hoy—me dice y siento su aliento mentolado en mi nuca haciéndome cosquillas.
No digo nada, solo sonrío y él parece satisfecho, nos vamos en la bici, esta vez el punto de encuentro era la casa de Elena.
Cuando llegamos estaban todos ahí, bueno todos menos Harry por lo tanto estábamos esperando por él, Eilean se antojó de buscar una bocina para andar oyendo música mientras caminábamos, decía que un primo suyo que vivía cerca la tenía, así que le dijimos que iríamos a buscarla en cuanto el grupo estuviera completo. Íbamos a tomar helado y yo había propuesto ir a por unas pizzas, además, Elena dijo que su madre nos había preparado una especie de merienda también, al parecer el día de hoy terminaríamos con la barriga reventada.
Disfrutaba de la cercanía de Eilean y el aroma de la noche, no sabía si era yo la única loca que le notaba en olor distinto que en el día, pero me encantaba cerrar los ojos e inhalaba profundamente mientras cerraba mis ojos. Pero mis planes de una noche agradable se vieron torcidos cuando vimos dos siluetas a lo lejos, una de ellas parecía Harry y la otra parecía de mujer¿Acaso sería...?No, no podía ser posible.
Poco a poco las dos siluetas se fueron acercando y fueron viéndose más claras.
A pos sí que era posible.
Se burla mi consciencia mientras estaba en shock, esto era una putada demasiado grande.
La pelua se acerca y saluda a todos los integrantes del grupo, menos a mí obviamente, por suerte ninguna de las dos éramos hipócritas, eso era un punto a su favor, supongo.
Estás tan jodida...
Canturrea la maldita consciencia que no sabía mantener la boca cerrada.
Después de unos minutos conversando finalmente caminamos hacia el lugar para comprar helados, Eilean y yo íbamos al final del grupo, considerables metros detrás de ellos de echo.—¿Como te sientes?—pregunto.
—Estoy incómodo, no esperaba que pasara esto—me dice.
—Lo sé, no puedo creer que haya venido, pero no puedes apagarte, vino para estropear la noche, no puedes dejar que lo consiga porque la estarías dejando ganar y no me da la gana que lo haga—le digo.
Ya estaba cansada de la maldita mocosa y no lo decía por su edad, al menos no su edad física, sino por la mental, no tenía una maldita pizca de dignidad ni madurez.
Eilean tomó mi mano disimuladamente, escondíamos la unión de estas por detrás de su espalda para que el resto no lo notaran y así seguimos hasta que llegamos al pequeño kiosquito para buscar helado. La noche había avanzado y a pesar de la incomodidad con ella presente estábamos hablando con todos y simplemente la ignorábamos, al parecer su estrategia de la noche había sido darle celos a su ex con Tyler, su mejor amigo, por muy estúpido que esto sonara a ella le parecía una idea brillante. Desde que llegó se había enganchado de su brazo y no paraba de parlotear con él cuando en todo el tiempo que había estado con Eilean a penas y le había dirigido la palabra, la gente podía ser muy hipócrita a veces.
Después del helado complacimos a Eilean acompañándolo a buscar la dichosa bocina, su primo vivía en un edificio así que nos quedamos en la acera esperando a que cumpliera con su cometido.
ESTÁS LEYENDO
Como estrellas
Teen Fiction¿Una relación ya no te hace feliz? Sal de ahí. Espera... ¿Qué estoy diciendo? Eso no es tan fácil. A veces nos falta el valor, a veces somos incapaces de hacer algo así solos. Por eso cuando llega ella y le demuestra que vale la pena salir de ahí e...