●▬▬▬▬๑ Ahora lo se ๑▬▬▬▬▬●

909 103 5
                                    

●▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬●

●▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬●

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬●

Ambos habían mantenido los ojos cerrados durante los segundos en que sus labios se juntaron, con mucha delicadeza pero al mismo tiempo con pasión y algo de desesperación, suaves como el pétalo de una rosa, hiriente como las espinas.

Por la mente de Kaz pasaban miles de pensamientos, miles de ideas, miles de ocurrencias.

Merophe abrió lentamente los ojos cuando Kaz le hizo su declaración de amor.

Te amo

Las palabras de Kaz seguían en el aire como una melodía que endulzaba los sentidos de Merophe, como si esas dos palabras fueran lo único que le faltaba en la vida para ser feliz, después su respuesta fue mas instintiva que otra cosa.

Yo también te amo Kaz Brekker

Abrieron lentamente lo ojos y se quedaron viendo un rato, Merophe observaba los ojos color café amargo de Kaz, profundos y hermosos, Kaz observaba los ojos castaños de Merophe, hipnotizantes y redondos.

-Merophe-. Susurro Kaz lentamente en el oído de la chica, con voz quebrada, Merophe hizo un ruido con la garganta para afirmar que escuchaba al chico -Ahora lo se, te amo, no es una enfermedad, no es locura, es amor -. Sus declaraciones arrancaron una sonrisa de los labios de la chica.

-Prometeme que esto sera para siempre -. Le dijo dulcemente Merophe pasando su mano por la mejilla de Kaz.

-Hasta que deje de latir mi corazón, y si se puede en otra vida -. Afirmo Kaz y se levanto para darle la mano a Merophe y volver con Jesper e Inej.

Iban tomados de la mano disimuladamente dispuestos a no decir palabra de lo que acaba de pasar como si fuera su pequeño secreto, un pequeño secreto que podrían llevárselo a la tumba, como si vivieran en un pequeño y breve cuento de hadas.

-Al fin llegan -. Exclamó Jesper al verlos llegar.

-¿Y donde esta Inej? -. Pregunto Merophe tratando de despistar.

-Adentro-.

-Ah bueno para saber, voy con ella-. Merophe se metió a la tienda dejando a Jesper y a Kaz solos.

-¿Y?-. Jesper volteo a ver a Kaz pícaramente.

-Ya callate-. Le ordenó Kaz y se metió también a la tienda, sentándose al lado de Merophe, entre una manta.

-No quiero que amanezca -. Se quejó Merophe observando a Kaz que se ponía cómodo en la manta recargándose en la pared de la tienda apoyada en un árbol.

-¿Por que?-. Inej se sentó frente a ella y le ofreció una bebida color ámbar que Merophe acepto al ver que era té de manzanilla.

-Mañana es la destrucción de la sombra lo que significa que pondré a prueba todo mi orgullo, todas mis habilidades-.

-Merophe, quiero que sepas que es un gran honor que me consideres tu amiga, se que no te gusta que te digan sankta pero si necesitas una mano, tienes las dos mías, su alguna vez caes, haré todo para estar para ti-.

-¡Ay! Inej-. Merophe la abrazo con ternura y sonrió -Gracias-.

-Estarás bien, estamos hablando con la Grisha mas poderosa de todo Ravka y sus alrededores, la mas temida, la mas hermosa, la más invencible -. Aseguró Jesper alegremente.

-Gracias espero no pase nada malo-.

-Hace frío ya-. Dijo Kaz cuando Merophe se acomodo a su lado, Merophe era una niña, no era ninguna adulta, pero había experimentado cosas peores que harían a cualquier adulto asustarse, no todos podemos seguir con el corazón partido a la mitad, Kaz le había ayudado a recuperarse lo mas posible, sólo esperaba no romperse.

La Grisha pelinegra aceptó quedarse un rato mas con los cuervos antes de irse al campamento.

Kaz balbuceaba en sueños.

Seré el fuego y el frío, seré tu refugio en invierno, seré lo que respires, entenderé lo que tienes dentro y seré el agua para beber tu significado del bien también tu soldado, o la luz de la noche y a cambio no pido nada solo tu sonrisa, cada pequeña lágrima que derramas sera un océano en mi cara, seré tu bandera y tu escudo, y tambien tu espada de plata.

Fue lo que Merophe pudo distinguir entre la voz d Kaz y los gimoteos de Jesper, aunque estaba con quien amaba, no lograba del todo conciliar el sueño, aunque aveces cerraba los ojos y reclinaba levemente la cabeza sobre el pecho de Kaz escuchando su corazón.

Después de que el suelo la venciera se abrazo al abdomen de Kaz y se acurrucó a su lado, Kaz paso su mano por los hombros de la chica y se tranquilizó al sentirla.

Antes de la aurora, Merophe se despertó algo sobresaltada y se despidió con un beso en la mejilla de Kaz antes de correr y escabullirse al campamento Grihsa, y entrar a hurtadillas a su tienda para cambiarse de ropa, una que no oliera a cuervo, pero es que cada momento que había pasado con Kaz había sido maravilloso.

Merophe se acaba de suicidar de la manera mas hermosa posible:

Se acaba de enamorar.

-¿Donde estabas?-. La voz de Aleksander la sacó de su ensimismamiento.

𝕄𝕖𝕣𝕠𝕡𝕙𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora