❇--Manos de seda--❇

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-¡Tranquila soy yo!—

—Ese es el problema eres tu — Merophe se encontraba afuera en los jardines cerca del gran árbol, cuando escuchó paso y se sintió observada, Baghra la había entrenado para formar espadas de doble filo con la oscuridad, o dagas tan filosas para hacer cortes perfectos, limpios y ese día estaba concentrada así que había creado una espada curvada para dirigirla a quien la seguía pero la detuvo justo en frente de la nariz de Aleksander, cosa que no podía hacer Aleksander; el no podía detener el arma a mitad del ataque.

—Así que Baghra te ha entrenado bien — Aleksander se acercó a ella y trato de tomarla de la mano, pero la chica la quitó antes de que Aleksander la tomara.

—¡Merry!—

—No me digas Merry y no no me toques — le dijo enojada Merophe, haciendo que una pequeña sombra se posicionara alrededor de ella, amenazante.

—¿Estas enojada?—

—No, ¿por que lo estaría?— replicó Merophe —Ni que fuera importante —

—Ven, no te enojes— le tendió los brazos Aleksander para abrazarla, pero Merophe hizo una mueca de desprecio y se volteo, aun sin retirar la sombra de su alrededor.

Aleksander avanzo unos pasos atento que la sombra que había creado Merophe no le hiciera nada y la tomo por la cintura de la parte trasera y la rodeo con sus brazos agarrándola como no queriendo dejarla ir, y repartiendo besos en su cuello y cabello.

—Que, no— Merophe se quejo riendo, por que le hacia cosquillas —Que no, Aleksander —

—No te voy a soltar hasta que me des un beso—

Merophe se dio la vuelta y le dio un beso en la mejilla a Aleksander.

—Ya— ordeno Merophe para librarse de su agarre, Aleksander la soltó un poco, cuando la pudo voltear para que se pusieran frente a frente, Aleksander la acercó para darle un beso en los labios.

Joder, cuanto la extrañaba, cuanto extrañaba su sabor a uvas y chocolate, sus celos y berrinches, extrañaba a su princesa y Aleksander supuso que ella también lo había extrañado pero ahora que estaba de vuelta se la pasaba el día evitándolo y no quería estar con el, Aleksander sin duda la noto cambiada tanto física y mentalmente, antes se la pasaba en su cuarto leyendo, encerrada, y solo salia una hora para el entrenamiento con Baghra, que duraba poco, pero ahora Merophe se la pasaba vuelta y vuelta, de arriba para abajo en el pequeño palacio, iba a la biblioteca por unos cuantos libros y se salia a los jardines o simplemente al aire fresco, y los entrenamientos con Baghra duraban mas.

𝕄𝕖𝕣𝕠𝕡𝕙𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora