El sol mostraba de sobra el cálido hecho del verano. El sol brillaba caluroso y resplandeciente, y los árboles que franqueaban el sendero de tierra y césped, estaban cargados de hojas verdes.
— ¿Por que has aceptado la invitación de mis padres?—me susurró James mientras me agarraba de la cintura mientras descendíamos por el sendero hacia la casa del lago.
Había sacado de mi bolsa de viaje una camiseta de rayas marineras y mi bañador Adidas.
—Van a estar todos—me giré y miré a Ty, quien bajaba tras nosotros riendo—. Además, quiero ir a un sitio.
— ¿Un sitio?—Ty se acercó por detrás y me hizo cosquillas en la cintura, lo que hizo que yo me soltara de James y corriera hacia delante—. ¿A dónde quieres ir?
—Luego—les saqué la lengua y corrí hacia el lago.
Me dirigí hacia la gran carpa que habían dispuesto casi a los pies del lago. Bajo ella, habían dispuesto una gran mesa y muchas sillas de plástico para todo el mundo. No sabía que se celebraba, pero la madre de James nos habían invitado a pasar el día allí y había anunciado que habían invitado a todo el mundo.
Los amigos de los chicos también estaban allí, algunos tirados al sol, otros en el agua y otro dando buena cuenta de los aperitivos que habían dispuesto sobre la mesa. Emma y David también estaban allí, y para mi sorpresa, también Andy y Dave. Había también varios adultos a los que no conocía y para mi sorpresa, también la madre de Ty, con cara molesta en una esquina dentro de la carpa. Sin duda ese hecho se debía a que Kate Bellamy estaba hablando animadamente con mi madre. Recordé que habían dicho que hacía tiempo habían sido buenas amigas, hasta que Andy se había metido con el padre de Ty, separándolo así de su madre.
—Papá—saludó James quien entró el primero bajo la sombra de la carpa.
El señor Bellamy se giró y sonrió abiertamente antes de abrazar a su hijo.
—Por fin—suspiró el hombre—. Ya estamos todo, os estábamos esperando desde hace un buen rato.
—Perdona, ya sabes como le gusta dormir a este pesado—y diciendo esto, agarró a Ty por el cuello y comenzaron a forcejear.
—Sí, sí, yo siempre tengo la culpa de todo—bufó este mientras simulaba que le daba puñetazos en la barriga a James.
— ¿Papa, a que se debe esto?—receló James mientras yo me unía a ellos, un paso por detrás—. ¿Qué se celebra?
—Un bonito día de verano—sonrió su padre—. Y que estamos juntos, nada más. Anda, ir a por unas cervezas—el hombre me miró y me sonrió—. Encantado de verte, Alex.
—Gracias por la invitación—asentí—. Yo también me alegro de verte.
Salía música de algún lado; una música divertida. Pronto vi lo animado que estaba todo y no me costó relacionarme con la gente, aunque Emma no tardó en acapararme para no sentirse sola.
Durante un momento, me escapé de todo el ruido, con una cerveza en la mano y caminé hasta la orilla del lago.
—Sigo echándole de menos—dijo una voz cerca de mi oído, por encima de la lejana música.
Me volví y vi a mi hermano, con su enorme mano alrededor de lo que parecía ser una copa de vino tinto, mirando hacia la nada.
—Hola—lo saludé.
Vi como mi hermano se encogía, triste, y supe de inmediato a lo que se refería. Respiré hondo y lento.
—Sí, yo también le echo de menos—le aseguré—. Es raro cuando entro en casa y digo "ya estoy en casa", y él no me contesta. Ahora lo hacen James o Tyler. Y me siento culpable por que eso me guste.
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Sol de Medianoche
Fiksi RemajaAlex comienza una nueva vida con los chicos, James y Ty, pero lo que parece idílico pronto se dará cuenta de que cuesta mucho de mantener una relación sana cuando hay involucrados más de dos personas. Dos pasiones distintas, metas personas diferente...