Cuatro días después de un viaje demasiado cómodo llegamos al Palacio del Daimyo del País del Viento. Al ingresar a ese enorme palacio lo primero que escuché fueron los gritos de mi amiga Tomoyo a su padre.-Padre, ¡eres un maldito pervertido! ¡sabes que las cosas no son así- tras un silencio nuevamente los gritos de Tomoyo llenan el lugar.
-¡Enfermo!, ¡degenerado¡, ¡eres un asco! y- pero Tomoyo se detiene en cuanto escucha que me anuncian.
-¡¡Shikara!! Estás aquí- corre y me abraza. Yo también le correspondo y lo primero que siento es su pancita de embarazada.
-Tomoyo, te ves hermosa...¿ya sabes que es?-
-Sí, es niño y mejor para mí, así no tendré que volver a dormir jamás con mi primo, que por cierto es un asco en la cama, aburrido, lento, y bueno, me sorprende que con esa cosita lográramos esto- yo me río, Tomoyo también, ninguna de las dos quiere separarse.
-Señorita Shikara, mi señor la espera- dice Akemi.
-Sí, disculpa-
-No Cervatilla, voy contigo, el viejo puerco quiere- pero uno de los guardias le impide a Tomoyo seguir avanzando y yo ingreso sola a esa enorme sala.
Al hombre ya lo conocía, también ya sabía de sus intenciones así que lo que me dijo no me sorprendió para nada.
-Shikara, me gusta ser directo. Quiero casarme contigo y que me des un heredero varón. Conmigo no te faltará nada y serás conocida por todas las naciones, tendrás sirvientes y todo lo que quieras-
Yo no digo nada, no es necesario, ya sabía que eso pasaría.
-A partir de hoy eres mi invitada en el Palacio- dice el hombre sin dejar de verme.
-También dormiremos juntos, no te preocupes, no pienso desflorarte hasta que nos casemos, solo que no me gustara llegar a ese día y escuchar quejas, tendrás que acostumbrarte a mi-
-Sí señor feudal-digo haciendo una reverencia.
-Muy bien Shikara, definitivamente por algo eras la mejor de tu escuela, sabes perfectamente las reglas y hasta que nos casemos tendrás que dirigirte a mí como señor Feudal, ya después podrás llamarme mi señor... además tengo entendido que no traes nada más allá de lo que tienes encima, no te preocupes, en mi habitación encontrarás ropa, zapatos y todo lo que necesites-
-Gracias, Señor Feudal. ¿Necesita algo más de mi o puedo retirarme?- el hombre se me queda viendo y sonríe. Me hace señas para que me acerque y comienza a acariciar mis muslos.
-Eres hermosa Shikara, definitivamente serás mi esposa favorita-
El hombre continúa recorriendo con sus dedos ese breve espacio que queda entre mi vestido y las botas, sin dejar de ver el resto de mi cuerpo.
-Puedes irte, en la noche continuamos-
-Sí señor Feudal, gracias-
Al salir ahí encuentro a Tomoyo, de inmediato me toma del brazo y ordena a todos no acercarse más, en cuanto nos encerramos en su habitación pasamos toda la tarde conversando, hasta hablamos de Genma y mi decisión de nunca regresar.
-Cervatilla, no me molesta que quieras quedarte aquí, pero no tienes que aguantar al pervertido de mi padre-
-Tomoyo. No te preocupes, yo lo decidí-
-Vaya, quién diría que la Cervatilla terminaría siendo mi madrastra. No te preocupes Cervatilla, yo te cuido- dijo y me dio un abrazo, después continuamos conversando y riendo.

ESTÁS LEYENDO
Cervatilla
Fiksi PenggemarShikara es la hija de Shikaku y Yoshino Nara que no parece Nara, una niña que nació enferma y no podrá ser ninja, la niña que es todo lo contrario a su hermano Shikamaru, la adoptada o hija de alguien más según los chismosos de Konoha. Como era de e...