Sin tiempo

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Financiar una guerra no es cosa fácil, prepararse para ella tampoco, todo mundo en la aldea está como loco, siempre hay algo que hacer, alianzas que formar, provisiones que buscar.

Y entonces una vez más la Cervatilla descubre que ese no es su lugar.

-Mamá, ya estoy lista- dijo al entrar a casa de su madre.

-Shikara, ¿qué haces aquí?- preguntó algo extrañada al verla, lleva un pantalón y un chaleco.

-Voy a acompañarte a

-¡No!- clamó Yoshino.

-¡Quédate aquí!, ni siquiera tu brazo ha terminado de sanar- dice enojada la señora Nara en referencia al accidente que tuvo cuando quiso ayudar.

En esa ocasión -como muchas mujeres de la aldea lo hicieron- quiso ayudar a transportar unas vigas de madera, tarea que no resultó bien pues una de las mujeres que estaba cerca de ella resbaló, dejándole caer la madera y todo su peso a la pobre Shikara que se rompió el brazo.

-¡Pero mamá!, eso no fue mi culpa... además yo

-Shikara ¡no!- reclamó Yoshino más molesta.

-¿Quieres ayudar? ve a la Academia y dile a Iruka que puedes dar clases o cuidar a los niños o

-¡Mamá ni siquiera hay clases, lo sabes!- reclamó enojada.

-Shikara, ¡por favor!, sabes que no eres apta para las tareas físicas- dijo Yoshino en un tono más dulce.

-¿Entonces qué hago?-

-Bueno, seria de gran ayuda que no hicieras nada... sabes que pones a tu padre, hermano y Genma nervioso-

-No es justo, hasta Konohamaru y sus amigos ayudan más que yo-

-Ellos son genins, lo sabes. Vamos, ya dejé todo listo, más tarde ve a dejarle el bento a tu padre, ¿entendido?-

-Si madre- dice Shikara sintiendo algo de envidia al ver a su madre usar su uniforme de chunin, al igual que todas las mujeres de su clan que irán a una montaña cercana a buscar plantas medicinales.

Shikara acepta la derrota y regresa a su casa a cambiarse, durante todo ese tiempo descubre que a pesar de que se ha casado nada a cambiado, todos la siguen viendo como la chiquilla berrinchuda que deben andar cuidando antes de que haga alguna locura.

En cuanto llega la hora de la comida regresa a su casa por la comida, mientras avanza ve como todos están trabajando arduamente en la reconstrucción o en provisiones para la guerra.

-Mira, ¿ya viste quién es?-

-Ah sí, la princesita del comandante. Está tan mimada que ni siquiera ha movido un dedo-

-¿De verdad?, ni siquiera las Hyuga han hecho eso-

-Pues no, pero ya sabes las costumbres que trajo de la ciudad y

Pero justo cuando la chica se disponía a reclamarles, apareció detrás de ella Genma.

-Cervatilla, ya regresé-

-¡Genma!- gritó y se lanzó a sus brazos besándolo, escena que observaron las chicas que estaba hablando mal de ella y de inmediato se retiraron.

-¿Pasó algo Cervatilla?-

-Nada, ¿cómo te fue?, te vas a quedar, ¿verdad?- preguntó con una enorme sonrisa mientras su ahora esposo la llevaba en brazos.

-Si eso... lo siento Cervatilla pero tendré que irme esta misma tarde, solo venimos a dejar información y

CervatillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora