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Los días pasaban para aquellos jóvenes, tan rutinario como siempre, excepto para Raito, Ana y Subaru

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Los días pasaban para aquellos jóvenes, tan rutinario como siempre, excepto para Raito, Ana y Subaru.

El albino y la chica tratando de ocultar su secreto llendo del salón al club y charlando hasta anochecer en el jardín, y otras durmiendo en su ataúd.

Pero Raito, Raito no podía con su vida.

Tantos recuerdos y remordimientos que le atormentaban y el trataba de apagarlos con cualquier placer carnal, pero en lugar de olvidar, siempre terminaba pensando en ella.

Esa recurrente pesadilla.

CORDELIA

Aquella madrugada después de quedarse dormido al lado de una chica del club de música que había seducido, las pesadillas llegaron, aquella mujer arañando su joven espalda entre gritos, y esa mirada y sonrisa enfermas.

—¡Anita, no te vayas! —se despertó con un grito suplicante—¡Tengo miedo!

—¿Anita?–se levantó la chica a su lado, y comenzó a vestirse—¿No me digas que también lo haces con Ana, la muerta de habre de tu clase?

—Espera, no sé quién sea, solo fue una pesadilla—trató de detenerla.

—Sabia lo pervertido que eres, pero no pensé que te rebajarss a una sirvienta.—ella se fue azotando la puerta.

Si supiera lo que el pasado que el cargaba, si supiera que él sentía algo más por Ana...

El solo se quedó mirando a la nada pensando aferrado a su almohada y como cada noche, el llanto inundó esa habitación.

Pero sus pensamientos se detuvieron un momento.

¿Acaso aquella niña que le ayudaba a calmar sus pesadillas cuando niño (y su recuerdo cada noche), era la misma Ana?

Tenía que ser solo una coincidencia.

En otra habitación, Kanato también saldría de lo habitual.

—¿Me estabas siguiendo?—Dijo molesto a quien se topó en medio de la oscuridad.—Una muñeca como tú no debería espiarme como psicópata.

—No, yo solo....— la chica no pudo terminar de hablar.

—Debí imaginar que Raito o Ayato lograrían enamorarte primero, como siempre, en fin, la salida es por allá, y Ana, Raito es así con todas, así que no te ilusiones con él.

Era Ana que iba del jardín hacia su habitación en la casa de la servidumbre.

—Espera—la detuvo por el brazo, algo hizo que los recuerdos vinieran a su mente, tal vez la luz que iliminaba esa sonrisa que de niño le ayudaba a dejar de llorar, tal vez ese alborotado cabello que solía llenar de lazos y trenzas, esa calidez que cambiaba el ambiente de la mansión, y su expresión cambió.

—Tengo que ir a mi habitación Kanato, tenemos clases mañana.

—Ven a mi sótano, Teddy y yo tenemos muchas cosas que platicar contigo.

Ella suspiro.—Está bien, pero espero que mi padre no se moleste, él tampoco quiere que ande merodeando por la mansión.

—Tranquila, estarás segura con nosotros, y volverás a tiempo como Cenicienta, ¿No es así Teddy?

Al entrar al lugar Kanato le empezó a mostrar su colección de muñecas.

—¿Y decías que yo era la psicópata....?—dijo ella un poco temerosa después de algunas cosas que su padre le había dicho, lo que Subaru le había contado, y los rumores que rondaban en la escuela, más valía ser precavida.

—Tu padre se desharia de ellas de todas formas—solo se encogió de hombros y se sentó.—Además eres un ghoul, no eres tan inocente.

—Pero mi familia no es cazadora salvaje—respobdió indignada.

—Sientate, ¿Quieres un pastelillo, una galleta?

—No gracias, es algo tarde para ello, además...

—No es una sugerencia, es una orden, Teddy quiere que te sientes.

Ella se sentó y el chico metió una galleta a la boca de ella.

—Así me dejarás hablar, y parada te vas a cansar.

Ella solo asintió.

—¡No te debiste haber ido! ¡Todo se fue más al caño de lo malo que ya era!—le grito reclamando.—Madre siguió siendo lo peor, y padre no regresó.

—¡No fue mi culpa!—respondió—Además yo no hubiera podido hacer nada.

—Al menos nos hacías sentir mejor—hizo un puchero abrazando a su oso—Y claro que podrías haber hecho algo. ¡Nos hubieras ayudado a deshacernos de ella!

—La noticia llegó al Makai, pero nunca se dieron detalles, ¿De verdad fueron ustedes?

Kanato solo le mostró la botella con cenizas dentro de Teddy y sonrió, para después meter otra galleta en la boca de ella.

—¿Por qué no me dejas estilizar tu uniforme?—cambió la charla y siguieron entre cintas y telas hasta que fue hora de alistarse para ir a clases.

......

Notas:

1-Subaru y Ana simplemente duermen juntos.

2-Ana es una ghoul al igual que su padre y todos los sirvientes de los vampiros.

3–Siendo un ghoul por eso volvió con su madre enferma al Makai, su lugar de origen.

Lost innocence • Raito Sakamaki #BloodyClanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora